A estas alturas parece que nos falta, sobre todo en la cultura urbana, mucho por conocer el mundo de la flora. Solemos comer los mismos insumos verdes, como frutas, verduras y algunas hierbas, sin embargo hay muchas plantas que incluso son consideradas como invasoras, pero que son un alimento delicioso y nutritivo.

Gracias al flujo de la información, en gran parte gracias a la red, ahora va encontrándose la exquisités de hierbas antes impensables (incluso de flores comestibles), y sobre todo van valuándose sus propiedades medicinales y nutricionales; un combo que mejora su sabor. Inhabitat hace este interesante recuento de hierbas que seguro jamás creíste consumir.

Aliaria:

Sabe a un mix entre ajo y mostaza; dos sabores que de seguro de pequeño considerabas como parte del mundo de las pesadillas. Es una fuente nutritiva importante y además sirve en tu jardín como herbicida e insecticida, los insectos simplemente no pueden con él.

Pimienta “de los hombres pobres”:

Esta hierva tiene propiedades anticancerígenas. Su nombre es tal porque antes las personas con menos recursos que buscaban darle sabor a sus alimentos con este condimento la recolectaban. Uno de los tipos de pimienta más comunes y deliciosos.

Carraspique:

Es un tipo de mostaza salvaje similar en apariencia a la pimienta de los “hombres pobres”. Las semillas de esta planta, con un sabor parecido a la pimienta, son perfectas para sazonar platillos. También son empleados sus pétalos y hojas.

Oxálida:

Su deliciosa semilla tiene un sabor parecido al del limón. Puede crecerse fácilmente, incluso junto a caminos, en zonas soleadas pero un poco frías.

Violetas salvajes:

Sus hojas tiene propiedades anticancer y pueden ser un sustituto delicioso de la lechuga. Con un sabor suave pero más consistente.

Totora:

Son cortadas antes de que su tallo espeso crezca al máximo en primavera. Es poco conocido, pero su tallo sabe delicioso, muy similar a un pepino fresco. También puedes comer las raíces

Malva:

Es buena para la piel, los tractos gastrointestinales y respiratorios. Culturas ancestrales solían usarla en sus baños, por ejemplo. Sus hojas son comestibles y tiene un sabor muy suave.

Diente de León:

Suele menospreciarse por su crecimiento salvaje pero es rica en calcio, potasio, hierro y magnesio. Cada vez es más común que la encuentres en ensaladas verdes.

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