Durante millones de años la Tierra ha gozado del beneficio de los árboles. Sin embargo, hoy en día, su supervivencia se encuentra amenazada. Los principales problemas que ponen en peligro los bosques actuales son los incendios forestales, las plagas y enfermedades, la tala de las grandes masas forestales tropicales y subtropicales, las sequías persistentes y la lluvia ácida. Mantener los bosques alejados de la deforestación y conservar el arbolado urbano y rural en las mejores condiciones es la mejor manera de conservar vivo nuestro planeta Tierra.
Suecia fue el primer país en constituir un día del año como Día del Árbol. Esto ocurrió en 1840, cuando ya de forma tan temprana los suecos habían tomado conciencia de la importancia de los recursos forestales, del cuidado que se debe brindar a los árboles y de la necesidad de introducir a los niños desde temprana edad en el conocimiento y la práctica de una tarea a largo plazo. Años más tarde, cuando muchos suecos emigraron a los Estados Unidos llevaron consigo esa valiosa herencia cultural, cuyo ejemplo sirvió para que en ese país en 1872 también se celebrara esa fecha. Y así paulatinamente otros países se fueron sumando. Como en muchos países el Día del Árbol se utiliza para plantar árboles y dado que esta fecha no es siempre propicia para que los árboles arraiguen, en ocasiones se eligen otras fechas más cercanas al invierno.
El 10 de octubre de 1904 se celebró por primera vez en Cuba el Día del Árbol por parte de un grupo de patriotas, personalidades, vecinos e instituciones públicas en el barrio habanero de El Vedado, quienes además decidieron adoptar esta fecha en homenaje al alzamiento independentista, protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua, en 1868. En aquella ocasión, en la calle habanera de Paseo entre Línea y Calzada, fue sembrada una ceiba, en el lugar donde se encuentra hoy el parque Manuel Varona Suárez. Así se iniciaría la acción de arbolado del mencionado barrio.
En 1975 se instituyó en Cuba el 21 de junio como Día Forestal, primer día de verano en el hemisferio norte, comienzo del solsticio de verano en Cuba, con el fin de celebrarlo con siembras masivas de árboles. Además, para esa fecha ya ha comenzado la época de lluvia y es más segura la supervivencia de las posturas o pequeños árboles plantados. En 1999, el Jardín Botánico Nacional rescató la tradición en Santiago de las Vegas a través del proyecto Comunidad Alerta que se ejecuta en esta localidad y cuyos beneficiarios son estudiantes, personas de la tercera edad y agricultores. Para el Día del Árbol los estudiantes se preparan con himnos, poesías, canciones, concursos y representaciones teatrales que presentan ese día en el matutino y por último siembran un árbol en el jardín de la escuela o en un parque comunitario.
El rescate de la tradición del Día del Árbol ha permitido elevar la cultura ambiental y conservacionista de las personas y en particular de los estudiantes, así como mejorar la calidad de vida y formar valores con relación al cuidado, protección y conservación de los recursos naturales, sobre todo de las plantas, en aras de su uso sostenible.