Recordar los momentos históricos que marcaron el presente del territorio panceño, fue el marco bajo el cual se vivió el ‘bautizo’ del Parque Ambiental ‘Corazón de Pance’.
Hoy (11.11.2023), el pasado y el presente danzaron juntos y se entrelazaron a través del agua para ‘bautizar’ al Parque Ambiental ‘Corazón de Pance’. Con la presencia de decenas de testigos y bajo el retumbar de un tambor, se realizó este acto simbólico que deja con nombre propio un legado ambiental para siempre.
“Hicimos una representación de la historia desde los primeros habitantes que fueron los ancestros, nuestros indígenas, hasta ahora, en este momento, donde tendremos nuestro Parque Ambiental tan importante para Cali”, manifestó Sara Acosta, miembro de Pambasa, fundación que tuvo a su cargo la parte artística del evento.
En total, se realizaron seis estaciones con momentos históricos vividos en Pance. El preámbulo de la primera estación llevó a recordar, a través de las palabras del ‘Chamán Petecuy’ y el ritmo de su tambor, la riqueza natural del lugar, sus especies de fauna y flora, el agua cristalina y fresca, los bosques, sus árboles y el encanto natural de la tierra.
Luego, allí mismo, en este primer momento de conexión se dio paso al ritual de permiso para ingresar al Parque, con una indígena que se movía al ritmo del instrumento que imita el sonido de la lluvia, mientras expresaba: “gran espíritu dador de la fuerza vital de las plantas, hoy te abrazamos y, en amor, te pedimos el ingreso a tus entrañas de estos seres que en conciencia protegerán tu legado”.
Inmediatamente y después de estas palabras, la indígena procedió a marcar la frente de los visitantes con una línea de achiote y así fortalecer el momento de conexión entre humanos y la Madre Tierra.
(Lea también: ‘Corazón de Pance’, un aporte para el cumplimiento de algunos Objetivos de Desarrollo Sostenible)
La primera estación relata, precisamente, esos días cuando la relación humanidad-tierra era sagrada y el devenir del día a día se guiaba por los procesos naturales, el sol y la luna. La segunda estación recordó los momentos dolorosos de la Conquista y la Colonia.
La tercera hizo remembranza de finales de los años 1700 e inicios de 1800, con una historia donde se habla de dar lugar a las mujeres de la casa para que tuvieran tiempo de recreación en el río. La cuarta estación llevó al tiempo de la rebelión y la independencia, recordando que ‘nuestros padres ganaron la guerra y nosotros ganamos la paz’ en esta tierra buena.
La quinta estación puso en escena a una familia que va de visita al río Pance, entre los años 1900 y 2000, con su respectiva olla para hacer un sancocho de gallina en leña. Además, llegaron impactando el lugar tirando residuos sólidos en el sitio y piedras a las aves, entre otras conductas imprudentes e impactantes para el medio ambiente. En ese momento también apareció un guardabosque para hacer pedagogía ambiental con ellos.
La sexta estación se ejecuta en medio del acto oficial de la denominación de este escenario. En la misma, se rinde tributo a las aguas del río Pance y se resalta la importancia del Parque Ambiental para su protección.
Vale la pena mencionar que, a lo largo de la historia, son muchas las culturas que han utilizado el agua para sus rituales de bautizo: el cristianismo, donde significa lavar los pecados y el renacimiento espiritual; el judaísmo, que implica la inmersión en ella como acto de purificación y renovación; en el hinduismo incluye el baño en ríos sagrados como el Ganges para limpiar alma y cuerpo; y el budismo, que en algunas de sus ramas emplea el líquido vital para baños ceremoniales en ríos y de cara a la iniciación espiritual.
En rituales indígenas, el agua es un elemento sagrado que limpia el espíritu del niño y lo introduce en la comunidad y espiritualidad de su pueblo. Algunas de estas ceremonias incluyen el uso de plantas medicinales, incienso e instrumentos musicales.
Por eso hoy (11.11.2023) en el ‘Corazón de Pance’, el acto central de su ‘bautizo’ tuvo al agua como testigo en su fluir superficial y subterráneo, con la riqueza del río Pance y tres quebradas denominadas Candelaria, Cañasgordas y Grande, y toda aquella considerada como la reserva del acuífero para Santiago de Cali.
cali.gov.co