Soccer Football - Serie A - Inter Milan v Lecce - San Siro, Milan, Italy - December 23, 2023 Inter Milan's Kristjan Asllani celebrates after the match with teammates REUTERS/Daniele Mascolo

Un gol en cada tiempo para tres puntos muy importantes: los nerazzurri se despiden de San Siro en 2023 con una victoria que los sitúa +4 en la segunda posición de la clasificación
Navidad con los tuyos.

Por supuesto, dónde, si no en San Siro. Nuestros son estos niños, estos son los colores que brillan en esta anti-Navidad tan cálida y azul, tan anómala que ser más de 72 mil en la Meazza casi parece una formalidad. El 2-0 con el que vencieron al Lecce no es un trámite: los tres puntos conseguidos en San Siro son muy pesados ​​y merecidos, pero no deben darse por sentados. Porque el equipo de D’Aversa corre, esprinta, pone en el terreno de juego una mezcla de frescura y falta de escrúpulos que en algunas ocasiones ha obligado a la retaguardia nerazzurri a la prórroga.

Pero la belleza de esta Navidad en la cima, de esta Navidad nerazzurra, está en la sonrisa de Yann-Aurel Bisseck, en el abrazo que le dan sus compañeros y todo San Siro tras su primer gol. No sólo eso: Barella marca el segundo y todos, todos, van hacia Marko Arnautovic. No tuvo suerte en un par de tiros, luchó, trabajó muchas bolas, luego inventó un toque de pura magia. Un tacón que recordaremos durante mucho tiempo, para poner a Barella en portería. Todos desde Marko, para celebrar un gesto y dar una señal: todos unidos, todos juntos.

El Inter es bonito, va vertical, juega con uno, máximo dos toques. Entra con un Mkhitaryan que parece patinar sobre el césped de San Siro, con un Carlos Augusto que cada vez parece querer volcar todo y a todos: ir, acelerar a fondo, cerrar, reiniciar, dar asistencias. Pero no se trata sólo de atacar: Banda es rápido, a menudo se desliza hacia la izquierda y sirve bolas venenosas. Sommer y sus compañeros están atentos y, mientras tanto, en el otro lado tenemos que romper el punto muerto. No es simple: Falcone primero frustra a Arnautovic, luego es indultado por el propio Marko, después de una combinación espectacular con Barella.

Quien se encarga de abrir el marcador es Bisseck: primero volea un córner de Calhanoglu y pega en el larguero. Luego, nuevamente a partir de una falta de Calha, mete el balón en la red con un disparo desde la nuca. Un gol deseado, elogiado por San Siro, para un niño nacido en 2000 que jugó un partido rozando la perfección.

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