La Tricolor le ganó a Rumania y extendió su invicto a 21 partidos. Señales de un equipo que se muestra cada vez más fuerte.
- La Selección Colombia ganó sus dos partidos internacionales, a España y Rumania
- Estiró así su invicto a 21 partidos
- Luis Díaz, la gran figura del equipo, fue desequilibrante para la ofensiva de la Tricolor
Los números indican lo siguiente: la Selección Colombia lleva 21 partidos sin perder, con 16 victorias y 5 empates (la última caída fue en febrero del 2022, cuando cayó ante la Selección argentina por 1 a 0, con gol de Lautaro Martínez). Además, no pierde con un equipo de la UEFA hace 11 encuentros, con 8 triunfos y 3 igualdades, con ocho vallas invictas en esa racha. En ese ciclo, le ganó a Alemania (2 a 0 en junio del 2023), Brasil (2-1 por las Eliminatorias sudamericanas, en noviembre) y España (1-0 en la fecha de amistosos internacionales, en marzo). En el camino rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 26 se ubica en la tercera posición, a tres de la Selección argentina, puntera de la clasificación.
Pero, tras la victoria de la Tricolor ante Rumania por 3 a 2, con goles de Jhon Arias, Jhon Córdoba y Yaser Asprilla, en Madrid, es posible que la racha ganadora sea nada más que un símbolo, una cuenta matemática. Porque las señales que otorga el equipo de Néstor Lorenzo dan una idea de que la Selección Colombia vuelve a gozar de un poderío que lo ubican por encima de muchos.
Aquí, un repaso por los puntos altos de una Selección que vive un momento más que dulce y se perfila como uno de los equipos que más ruido puede hacer en la Copa América 2024, además de terminar en lo más alto el rumbo al torneo que se jugará en Estados Unidos, Canadá y México.
Luis Díaz, imposible de parar
Es posible que en la actualidad no haya muchos jugadores más desequilibrantes que Luis Díaz. A nivel clubes, en el Liverpool de Klopp que sueña con ganar la Premier League. En cuanto a Selecciones, en un equipo que lo tiene como principal descarga desde el sector izquierdo.
El delantero, de 27 años, es una referencia permanente que explota su juego sin dudar. Sin piedad. Bien abierto y estirado, es receptor de la mayoría de los ataques porque casi siempre está bien ubicado. Busca duelos y ataca directamente a los rivales, como en el único gol de Colombia ante España, cuando enloqueció a Dani Vivian para enviar un centro perfecto que Daniel Muñoz logró conectar.
Díaz tiene una velocidad de otro planeta y una enorme técnica para darle un plus a ese dominio física. Acelera, desacelera, engaña con la gambeta y sabe terminar las jugadas. Ante Rumania, en el primer tanto, tuvo el criterio para frenar la jugada, tocar hacia atrás y encontrar a un compañero mejor ubicado para enviar un centro que derivaría en el gol de Córdoba.
James Rodríguez, recuperado
En Sao Paulo no es titular y todavía surgen dudas alrededor de sus posibilidades. Pero el 10 de Colombia tiene a su máximo fiel en el banco de suplentes. Se llama Jorge Lorenzo. «James es distinto, está buscando su mejor forma y pensamos que lo ideal era que le rinda al equipo en el segundo tiempo y lo hizo muy bien. Siento y lo ha demostrado que tiene mucho para dar a la Selección», dijo Lorenzo tras la victoria con España.
Y agregó: «En el último partido, en 11 minutos Sao Paulo llegó más veces que los 80 anteriores, gracias a James. A mí no me sorprende. Ojalá juegue mucho más en su equipo para venir a la Selección y rinda los 90 minutos. Lo va a hacer porque a la Selección la siente de una manera especial».
En el partido ante España, ingresó en el segundo tiempo y le cambió la cara al equipo en base a circulación, buenos pases y una permanente ansia por buscar el arco rival.
Rigor táctico-físico
Lorenzo forma una especie de triángulo en el mediocampo que tiene a dos volantes centrales como ejes de recuperación. Por ahora no termina de ser una dupla fija, pero suelen ser Lerma-Castaño, Castaño-Uribe, Ríos-Lerma o Uribe-Barrios.
El esquema de la Selección Colombia está planteado desde el equilibrio pero con una mirada que se orienta más a lo ofensivo que a lo defensivo. Alrededor de ese triángulo que combina jugadores de contención con armadores de juego, Lorenzo encontró los intérpretes perfectos para jugar por las bandas y completar un quinteto en la mitad de la cancha. Uno se destacó en el campeón de la Copa Libertadores, Fluminense. John Arias explotó en base a la velocidad, la confianza y el desequilibrio en los duelos. El otro es Luis Díaz, que suele ubicarse en el sector izquierdo para enfilar hacia adentro y poder poner a prueba su remate, pero también tiene apariciones por el centro, cerca del centrodelantero.
El equipo encuentra en un 4-2-3-1 comodidad y, especialmente, rigor físico. Porque cuando defiende, los jugadores que van por fuera se suman a la línea del medio para formar una línea de cuatro, mientras que James presiona a los centrales junto al centrodelantero. Entonces, cierra líneas y encuentra fortaleza en los cortes y duelos individuales.
«A veces nos cuesta jugar de igual a igual a algunos equipos. A mí no me gusta que me dominen, pero el equipo sabe trabajar para salir de esas situaciones», dijo Lorenzo tras el encuentro con España.
Una plantilla sobrada
Lorenzo puede disfrutar de una plantilla a la que le sobran buenos jugadores y variantes, más allá del funcionamiento del equipo.
En la portería, Camilo Vargas se posiciona como titular pero en el banco de suplentes espera nada más y nada menos que David Ospina. Lucumí y Cuesta fueron los defensores centrales con Rumania, pero Juan Murillo y Yerson Mosquera se muestran como posibilidades reales. En el medio, los ya citados volantes de contención.
James Rodríguez, que hoy parece un titular indiscutido más allá de lo que pueda ocurrir en Sao Paulo, cuenta con respaldos de características similares como Jorge Carrascal, siempre agresivo y gambeteador, y Juanfer Quintero, probablemente el mejor jugador del fútbol argentino en la actualidad.
Jhon Córdoba aprovechó su oportunidad como centrodelantero ante Rumania para un puesto que tiene demasiados candidatos. Ante España, el turno lo tomó Mateo Casierra. Rafael Santos Borré, ahora en Inter de Brasil, fue titular casi siempre en las Eliminatorias. En la sombra espera Radamel Falcao, quien no está descartado por el entrenador.
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