La patata es uno de los alimentos básicos más importantes y universalmente queridos de la humanidad.

FOTO:FAO/Alessandra Benedetti

Un cultivo con muchas posibilidades

La papa, o patata, un alimento milenario originario de la cordillera de los Andes, que llegó a Europa en el siglo XVI y se extendió por todo el mundo, es mucho más que una fuente de alimento.

Consituye un elemento esencial en las estrategias para proporcionar alimentos accesibles y nutritivos y mejorar los medios de subsistencia en las zonas rurales y otras zonas donde los recursos naturales, especialmente la tierra cultivable y el agua, son limitados y los insumos caros. La versatilidad de su cultivo y su capacidad para crecer en diversas condiciones convierten a este tubérculo en una opción de cultivo muy rentable.

La patata es también un cultivo respetuoso con el medio ambiente, ya que en comparación con otros genera niveles bajos de emisiones de gases de efecto invernadero.

En los últimos diez años, la producción mundial de patatas ha aumentado un un diez por ciento, lo que se ha traducido en un crecimiento del empleo y los ingresos. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para sacar el máximo rendimiento a este cultivo en la lucha contra el hambre y la malnutrición en todo el mundo. 

Además, otras de sus cualidades es la gran diversidad genética de patatas, con más de 5.000 variedades mejoradas y sus numerosas variedades cultivadas y locales, muchas de las cuales son exclusivas en la región del Altiplano en América Latina. Los 150 parientes silvestres de la patata cultivada presentan un alto grado de variación genética, con toda una serie de rasgos distintivos, como la adaptabilidad a distintos entornos de producción, la resistencia a plagas y enfermedades y las diferentes características de los tubérculos. Constituyen una reserva de rasgos hereditarios para la mejora genética continuada del cultivo, con el fin de responder a las condiciones ambientales en constante cambio, a los nuevos biotipos de plagas y enfermedades y a las preferencias de los consumidores.

Póster del póster del Día Internacional de la Papa: Cosechar la diversidad, alimentar la esperanza

Cosechar la diversidad, alimentar la esperanza

En 2024, celebramos el primer Día Internacional de la Papa y ponemos el foco de atención en la contribución de la papa a la vida de productores y consumidores bajo el oportuno tema “Cosechar la diversidad, alimentar la esperanza”. #DíaInternacionalDeLaPapa. Consulta la guía que ha preparado la FAO:

DESCÁRGATELA

Día Internacional de la Papa

La papa representa una de las aportaciones más importantes de la región andina al mundo entero, dado que es uno de los cinco principales cultivos alimentarios consumidos en el mundo, contribuyendo de esta manera a la seguridad alimentaria.

La producción de patatas a pequeña escala y en el marco de la agricultura familiar contribuye a reducir el hambre, la desnutrición y la pobreza y a garantizar la seguridad alimentaria; se basa en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.

En diciembre de 2023, la Asamblea General decidió designar el 30 de mayo como Día Internacional de la Papa con el objetivo de concienciar sobre los múltiples valores nutricionales, económicos, ambientales y culturales de la papa y su contribución como incalculable recurso alimentario y generador de ingresos para las familias y los productores rurales, con miras a implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y alcanzar sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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