Bonn, Alemania, junio de 2024. A pesar de los compromisos globales para detener la deforestación de aquí a 2030, solo ocho de los 20 países con mayor tasa de deforestación tropical han establecido objetivos cuantificables en sus planes de acción climática, denominados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN, o bien NDC por sus siglas en inglés). Este hallazgo proviene del informe «Aumentar la ambición, acelerar la acción: mejorando las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional para los bosques» de ONU-REDD, publicado hoy durante la Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn.
El informe revela una importante brecha en la protección, gestión y restauración de los bosques en las actuales CDN, que esbozan planes para adaptarse al cambio climático y mitigarlo. Analizado por expertos en clima del PNUMA, el informe muestra que las promesas actuales en las CDN presentadas entre 2017-2021 no cumplen con la ambición global de detener y revertir la deforestación para 2030. Los bosques desempeñan un papel clave en la consecución del Acuerdo de París sobre el cambio climático, ya que pueden contribuir con un tercio de las reducciones de emisiones necesarias para cerrar la brecha de mitigación de 2030.
Aunque 11 de las CDN contienen objetivos cuantificados relacionados con la forestación y la reforestación, para mitigar el cambio climático es necesario reducir primero la deforestación, ya que se tardan muchos años en capturar el carbono que se pierde al deforestar una superficie equivalente mediante la forestación y la restauración.
Para armonizar aún más los esfuerzos nacionales, también es crucial que las CDN integren las estrategias nacionales existentes para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques (REDD+), que 15 de los 20 países han adoptado.
Dado el rol decisivo de los bosques en la regulación de los ciclos hidrológicos, la amortiguación de las temperaturas extremas, la prevención de fenómenos meteorológicos extremos, la protección de la biodiversidad y la salud humana, resulta esencial contar con la ambición de acabar con la deforestación para que la humanidad evite riesgos colosales para nuestro planeta y la vida que sustenta. Sin embargo, el informe publicado hoy señala que las tasas mundiales de deforestación siguen aumentando, a pesar de una disminución reciente en Brasil.
«Después de que no se cumpliera el objetivo fijado para 2020 por los dirigentes mundiales sobre reducir a la mitad la pérdida de bosques, debemos asegurarnos de que el objetivo para 2030 no tenga el mismo destino», declaró Dechen Tsering, directora de la División de Cambio Climático del PNUMA. «Los planes de acción climática, previstos para 2025, deberán tener objetivos ambiciosos, coherentes, detallados, específicos y viables para la conservación, restauración y uso sostenible de los bosques. Esto incluye basarse en las políticas ambientales nacionales existentes, y mejorar el apoyo a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales, guardianes de primera línea de los bosques».
El informe hace un llamado urgente a una colaboración internacional para incrementar la ambición de las CDN. Al tiempo que los países se preparan para la presentación de la próxima ronda de sus CDN con vistas a la COP30, conocida como NDC 3.0 (por sus siglas en inglés), que se extiende hasta 2035, se insta a los países, especialmente aquellos con extensa cobertura forestal, a incluir objetivos concretos y medibles sobre los bosques en sus CDN revisadas.
El aumento de la ambición de las CDN debe ir acompañado de medidas sólidas e inmediatas. Para dar estos pasos será necesario un apoyo financiero predecible a mayor escala en favor de los países ricos en bosques.
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