Por Andrés Aragón
¡Se hizo historia! Adriana Ruano es la primera campeona olímpica de Guatemala.
Ruano ganó la medalla de oro en la prueba de foso femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024. Un día después del bronce de Jean Pierre Brol en categoría masculina, Ruano puso la guinda.
Y lo hizo además de manera brillante, batiendo el récord olímpico en una final que la eslovaca Zuzana Rehak estableció en Tokio 2020. La plata fue para Silvana Stanco (Italia) y el bronce, para Penny Smith (Australia).
La historia de Adriana Ruano es el mejor ejemplo de cómo de las cenizas de un sueño puede nacer otro, pues ella creció soñando con ser gimnasta olímpica.
Ruano competía en gimnasia artística y soñaba con emular a Luisa Fernanda Portocarrero, gimnasta guatemalteca que compitió en Barcelona 199, pero veinte días antes del Mundial de Tokio 2011 donde debía buscar la clasificación para Londres 2012, le diagnosticaron una grave lesión de columna.
“Nos dijo que si iba a la competición tenía casi un cincuenta por ciento de posibilidades de regresar en silla de ruedas”, aseguró a Olympics.com.
La federación debía comprar los billetes al día siguiente, así que Ruano tenía que tomar una decisión cuanto antes. Con 16 años, su primera reacción fue desafiar las posibilidades. “Yo les dije a mis padres que yo iba, que no me importaba si regresaba en silla de ruedas”, recordó.
Pero finalmente entró en razón y renunció al sueño que había perseguido desde que era niña. “Si se te pone una pared enfrente, puedes buscar otro camino”, explicó.
Y ese camino fue el tiro deportivo. Uno de los mejores amigos de su hermano era el tirador Rodrigo Zachrisson y, al conocer el diagnóstico de Ruano, le sugirió probar este nuevo deporte.
“En un inicio me dolió mucho dejar la gimnasia, y cuando yo veía el plato trataba de pensar que ese plato era mi pérdida, mi problema, y me daba cuenta de que cuando pensaba eso rompía el plato. Así que traté de agarrar el tiro como una terapia psicológica”, relató a Olympics.com.
Adriana Ruano comenzó a practicar el tiro deportivo a finales de 2012, y poco a poco renació su sueño olímpico. El momento decisivo fueron los Juegos de Río 2016, donde fue voluntaria precisamente en el campo de tiro.
Ver competir a Hebert y Enrique Brol sembró la nueva semilla. Precisamente los hermanos de Jean Pierre Brol, bronce en foso masculino en París 2024.
Adriana Ruano cumplió ese sueño en Tokio 2020, precisamente la ciudad donde, 10 años antes, debía disputar aquel Mundial de Gimnasia Artística. Fue como cerrar un círculo y abrir uno nuevo.
Un sueño que en París 2024 se ha hecho dorado.
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