Los de Hansi Flick han abierto una distancia de seis puntos al frente de la Liga después de una victoria de resistencia y de equipo con energía ganadora

En este 26 de octubre de 2024 hay luna llena azulgrana. Y el paraíso también es azulgrana. Porque el FC Barcelona de Hansi Flick se ha llevado al Clásico del Santiago Bernabéu por 0-4. Había ganas de una victoria culer ante el eterno rival y en su estadio. Había ganas de dejar atrás las tres derrotas de la pasada temporada. Lewandowski, con un doblete, Lamine Yamal, que sigue haciendo historia, y Raphinha, que está con chispa, han sido los autores de una noche para gritar: ¡Viva la vida!

A veces, si algo funciona, hay que darle continuidad. Así lo ha hecho Hansi Flick con la alineación dibujada en el Santiago Bernabéu, la misma que inyectó de energía al barcelonismo con el triunfo ante el Bayern de Múnic. Pero Iñaki Peña, Cubarsí, Balde, I. Martinez, Pedri, Lewandowski, Raphinha, Fermín, M. Casadó, Lamine Yamal y Kounde han tenido dificultades para encontrar su lugar sobre el verde. Porque el Real Madrid ha monopolizado los ánimos. Poco a poco, ha parecido que el FC Barcelona se ha ido despertando para recomponerse y recuperar, por instantes, la identidad de las últimas jornadas.

Susto local

Sin miedo a aumentar constantemente los fueras de juegos locales, ocho en la primera mitad, los de Hansi Flick han resistido valientes a las embestidas. Con el 13 y de amarillo, el guardameta barcelonista ha dejado atrás las supersticiones escénicas y se ha mostrado concentrado para vivir cerca del abismo. Sensación de infierno que se ha vivido con un aparente válido 1-0 de Mbappé. De nuevo, las líneas avanzadas de la retaguardia barcelonista han hecho de salvavidas y han negado la celebración rival. Esta vez con suspense y después de la intervención del VAR.

Lamine Yamal, Lewandowski, Pedri e Iñigo Martínez han estado a punto de romper el techo. Sacudida de las estadísticas ofensivas momentáneas, puesto que en la primera parte se han mostrado borrosos en la zona ofensiva. Oscuridad atacante dibujada por la falta de finura en el último pase y que ha contrastado con el perseverante trabajo defensivo alejado de la portería propia y con el acierto de la segunda mitad.

Lewy brilla en dos minutos…

Porque los azulgranas han salido con otra cara. El 10 siempre trae alegrías al barcelonismo. Y esta jornada 11 ha sido el origen del cambio del FC Barcelona en el Clásico. Robert Lewandowski ha hecho crecer los campos de flores y poner la sonoridad en el Santiago Bernabéu en el minuto 10 del segundo capítulo. No una vez, sino dos. Otros dos goles para el Pichichi de la Liga en un cerrar y abrir de ojos. Primero, Casadó, que se ha estrenado en un Clásico, le ha dejado solo ante Lunin y su definición ha sido excelsa. Después, Balde le ha servido un centro milimétrico para que un ángel apareciera con un cabezazo imperial. Combinar juventud y experiencia también hace funcionar a este equipo.

… Iñaki Peña sostiene el 0-2 y propulsa al 0-3

Todos estos buenos momentos, buenos sentimientos han tenido empuje. Más cuando Iñaki Peña ha detenido dos un uno contra uno ante Mbappé. Chispa azulgrana que no ha dejado de deslumbrar con la falta de efectividad que se ha alineado con la bota del goleador de la noche. Casi incomprensiblemente, el delantero polaco no ha alargado su catálogo otras dos veces. Palo y pelota a las nubes para esconder el acierto del 0-2. Vaivén de aproximaciones que ha reafirmado el contexto más abierto de Clásico, que el aplomo de Dani Olmo ha intentado frenar con su calidad.

Estaba claro que algún gol más se acabaría viendo. No podía ser otro que un niño que está tocado por una varita mágica, Lamine Yamal. Por un niño que no se cansa de romper récords. Por un niño que buscaba su primer gol en un Clásico. Por un niño que ansiaba su primera victoria en un Clásico. Por un niño que ha enamorado al barcelonismo, si se puede más, con el 0-3. Abierto con un pase del 13 amarillo y enaltecido por Raphinha y Lewandowski.

Raphinha cierra la luna llena azulgrana

Sin duda, que el FC Barcelona ha podido gritar a los cuatro vientos el ¡Viva la vida! de Coldplay en este Clásico. Porque la felicidad se ha alargado con otro futbolista que está con la flecha hacia arriba. Raphinha, con una vaselina celestial, ha vuelto a poner de pie al público azulgrana y ha dejado en silencio a la afición del Real Madrid con el 0-4. Último resultado que había traído un triunfo culer en Liga en el Santiago Bernabéu, el pasado 20 de marzo de 2022.

Tras esta victoria, los de Hansi Flick, que se ha estrenado en un Clásico como visitante de forma sublime y haciendo historia al convertirse en el segundo entrenador con mejor marcador en su estreno lejos de casa, elevan a seis puntos el margen con el Real Madrid al frente de la Liga. Esta noche se ha oído fuerte el grito de Visca el Barça!

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