EFEverde.- Estudiar el impacto del cambio climático en la cordillera andina de Ecuador es el objetivo de un proyecto que desarrollan profesores de biología y ecología de las universidades de Barcelona (España) y de la ecuatoriana de Cuenca.

Según ha informado la UB, se trata de un proyecto pionero en el país andino que estudiará de manera integral los flujos de carbono entre la vegetación, el suelo y las masas de agua en tres cuencas experimentales de la cordillera andina.

Los profesores esperan que este trabajo aporte información de gran valor científico para poder mejorar la gestión hídrica de las cuencas de cabecera que abastecen la ciudad de Cuenca (Ecuador), que, con cerca de 350.000 habitantes, es la tercera más poblada del país después de Guayaquil y Quito.

El proyecto está coordinado por Henrietta Hampel y Raúl Vázquez (Universidad de Cuenca), y también participan los expertos Carles Gràcia, Francesc Sabater, Santi Sabaté, Miquel Alonso y Daniel Navidad (Departamento de Ecología de la UB) y Ramón Vallejo y María Teresa Sauras (Departamento de Biología Vegetal de la UB).

Llaviuc en el Macizo de El Cajas, en la provincia del Azuay.

El ciclo del carbono

Según los investigadores, el proyecto ayudará a comprender el papel de los distintos componentes del ecosistema natural en el ciclo del carbono en tres cuencas de la cordillera andina que comparten un rasgo común: no reciben aportaciones externas de agua, a excepción de la lluvia.

Sin embargo, las tres cuencas contienen diferentes concentraciones de carbono disuelto y particulado en las lagunas.

 Los investigadores han explicado que los rodales del árbol “Polylepis reticulata”, un árbol andino que vive en condiciones extremas y es uno de los principales fijadores de carbono, conforman la vegetación característica de las cuencas estudiadas en el Parque Nacional Cajas, que tiene un rico sistema lacustre bien delimitado en una superficie de 29.000 hectáreas.

El profesor Carles Gràcia, que también es miembro del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), ha explicado que “la especie ‘Polylepis reticulata’ vive a alrededor de los 4.000 metros de altitud, en un ambiente de condiciones extremas que se modifican rápidamente como consecuencia del cambio climático, por lo que se puede considerar un indicador muy sensible al cambio climático”.

El proyecto se enmarca en el convenio que firmaron la UB y la Universidad de Cuenca en 2013 para impulsar la colaboración científica y la investigación sobre ecosistemas terrestres y acuáticos en Ecuador.

El convenio ha puesto en marcha un programa de colaboración de expertos coordinado por Carles Gràcia (UB) y Henrietta Hampel (Universidad de Cuenca), que el año pasado creó un grupo de investigación en ecofisiología y modelización forestal, coordinado por el profesor Gràcia.

El proyecto Ecuaflux cuenta con el apoyo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología y Innovación (SENESCYT) de Ecuador y de la Universidad de Cuenca, y también participan la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador), la UB, el CSIC, el CREAF, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), el Consejo Nacional de Investigación de Italia (CNR), y el Project Centro on Mountain Forest (Italia). EFEverde