Publicado por: Ana Tuñas Matilla 17 de diciembre, 2024

Ecuador ha refinanciado unos 1.500 millones de dólares de deuda con unas condiciones más ventajosas, que le permitirán ahorrar unos 800 millones de dólares, a cambio de destinar 460 millones a acciones para la conservación de ecosistemas terrestres y de agua dulce en la Amazonía ecuatoriana.

En la operación han participado la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos, con un seguro de riesgo político de 1.000 millones; Banco Interamericano de Desarrollo, con la emisión de una garantía parcial de liquidez crediticia de 155 millones, y Bank of America, como único organizador y agente colocador.

Esta conversión de deuda por naturaleza ha sido facilitada por el Programa Nature Bonds de la ong  The Nature Conservancy (TNC) y el principal beneficiario será el Programa Biocorredor Amazónico, ha informado la organización conservacionista.

Conservar la naturaleza 

En concreto, Ecuador ha refinanciado bonos soberanos emitidos en 2020 por valor de unos 1.530 millones de dólares con unas condiciones más favorables que implicarán para el país unos ahorros fiscales netos de 800 millones de dólares a 2035.

Como contraprestación, destinará 460 millones de dólares al Programa Biocorredor Amazónico (PBA) para apoyar la conservación de los ecosistemas terrestres y de agua dulce en la Amazonía ecuatoriana, lo que representa «la mayor cantidad recaudada para la conservación en cualquier conversión de deuda», según TNC.

Este programa busca mejorar la gestión de 4,6 millones de hectáreas de áreas protegidas existentes, así como la creación de nuevas para proteger 1,8 millones de hectáreas de bosques y humedales y 18.000 kilómetros de ríos, reforzando la resiliencia climática y apoyando el bienestar humano.

Aliviar las arcas públicas

«La operación no solo alivia la carga de la deuda pública, sino que asegura recursos sostenibles para el desarrollo del PBA. Este modelo de financiamiento sostenible ejemplifica nuestro liderazgo a la hora de abordar los retos medioambientales y climáticos en beneficio de las generaciones actuales y futuras», según el Ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Juan Carlos Vega.

Para la ministra del Ambiente, Inés Manzano, el PBA representa un modelo de gestión que responde de manera estratégica a los grandes desafíos ambientales de nuestro tiempo, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.  «No solo protege uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, sino que asegura la resiliencia a largo plazo de Ecuador, la región amazónica y el mundo entero», ha aseverado.

La operación es un ejemplo de que combinando mecanismos financieros innovadores, con la experiencia técnica de organizaciones como TNC y un gobierno comprometido con la conservación amazónica se puede impulsar tanto la sostenibilidad ambiental como el bienestar de las poblaciones locales, «elementos fundamentales para construir un futuro resiliente y próspero», según el director regional de TNC, Galo Medina.

Nature Bonds: 1.000 millones en 6 proyectos

Según la misma fuente, el Programa Nature Bonds de TNC combina refinanciación de deuda con ciencia ecológica y social, planificación y política de conservación con el propósito de apoyar a los países en la consecución de sus objetivos de conservación y clima, cerrar la brecha de financiación de la naturaleza y apoyar a las comunidades locales.

Hasta la fecha, ha cerrado de seis proyectos en Seychelles (2016), Belice (2021), Barbados (2022), Gabón (2023), Bahamas y Ecuador (2024) que se espera que permitan destinar 1.000 millones de dólares a la conservación de la naturaleza y a apoyar a los gobiernos en la protección o mejora de la gestión de casi 242 millones de hectáreas de océanos, tierras, lagos, humedales y 18.000 kilómetros de ríos.

Fondo fiduciario

La mayor parte de la financiación para la conservación desbloqueada por esta operación de conversión de deuda por naturaleza se desembolsará a través de subvenciones de un nuevo fondo fiduciario independiente, denominado Fondo del Biocorredor Amazónico.

El fondo estará dirigido por una junta directiva local, que incluirá a representantes del gobierno, TNC, grupos indígenas, comunidades locales, mundo académico y sectores financiero, de desarrollo sostenible y de producción.

A fin de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, seguirá las normas internacionales sobre fondos fiduciarios para la conservación, adoptará procedimientos claros para identificar a los beneficiarios de las subvenciones y publicará informes anuales, incluidos informes de auditoría independientes. EFEverde