El ex No. 8 del mundo pone fin en su casa a una destacada carrera en el ATP Tour

La emoción de Diego Schwartzman al recibir una ovación en su último partido en Buenos Aires.

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La emoción de Diego Schwartzman al recibir una ovación en su último partido en Buenos Aires.By Marcos Zugasti

Diego Schwartzman disputó el último partido de tenis profesional de su vida. Entre lágrimas, cayó 6-2 y 6-2 ante Pedro Martínez en octavos de final del IEB+ Argentina Open un jueves soleado en Buenos Aires. 

Tras una épica victoria ante el último finalista Nicolas Jarry el miércoles que le dio una vida más, finalmente llegó el último día para el argentino como protagonista dentro de una cancha de tenis. Detrás de esa montaña rusa de emociones está el orgullo del deber (y de un sueño mayúsculo) cumplido: su recorrido en el Tour quedará como una marca, al margen de los registros, de un tenista que se encumbró como referencia de los jugadores que buscan progresar más allá de las dificultades, en base a disciplina, pasión y capacidad para competir.

La consideración unánime para con “El Peque” no sólo es un reconocimiento a nivel local, o en un torneo que lo tuvo como referente, si no también a nivel global. Schwartzman, el tenista sobre el cual expertos afirmaban que no podría alcanzar la élite debido a su estatura, ha estado desafiando cualquier pronóstico agorero una y otra vez, desde que comenzó a jugar al tenis a los siete años. Siempre con una sonrisa, siempre para adelante, como lo dejó en claro compitiendo ante Jarry y también hoy, intentando transitar el momento como pudo una última vez en el Estadio Guillermo Vilas y que, por varios pasajes, lo hizo muy bien en la semana.

La voz quebrada, el llanto incontenible y la ovación de pie que recibió el antiguo No. 8 del PIF ATP Rankings es, en gran parte, una oda a ese desafío constante a las expectativas pesimistas: Schwartzman lo quiso más que nadie y logró lo que muy pocos.

Hace varios años, y a medida que su ilusión y su nivel crecía desde los siete años, probablemente su mayor preocupación y la de su familia era cómo afrontar los gastos económicos para poder desarrollarse en un deporte “caro”. Cuando Schwartzman tenía 13 años, un médico le dijo que nunca sería más alto que 1.70m y, en aquel entonces, fue un baldazo de agua fría, no sabía si quería seguir jugando al tenis.

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Sin embargo, “El Peque”, apodo que se ganó afectuosamente muchos años después, jamás perdió el foco y vaya si tuvo premio. Con cuatro títulos ATP Tour (Estambul 2016, Río 2018, Los Cabos 2019 y Buenos Aires 2021) y diez finales, las semifinales de Roland Garros 2020 o su clasificación para las Nitto ATP Finals de Londres 2020, el porteño edificó en el ATP Tour sus mejores obras.

Buenos Aires, claro, siempre fue un lugar especial para Schwartzman, donde se “colaba” en las tribunas para ir a ver a sus ídolos, allí ganó su primer partido ATP Tour en 2013, fue campeón del torneo en la edición 2021 y finalista de las ediciones 2019 y 2022, además de ser el quinto tenista argentino con más partidos de cuadro principal disputados en la historia del torneo, con 29, junto a Nalbandian y sólo superado por Mónaco (34), Acasuso (34) y Chela.

Para el diestro de 32 años el resultado ante Martínez será simplemente una línea más de una novela de múltiples capítulos, porque ya le tocaba “jubilarse”, cómo reconoció luego de tomar la decisión y anunciarlo en mayo, hace casi un año. Su adiós de la cancha fue con un pasillo de compañeros, ex entrenadores y amigos, mejor imposible.

¿Cómo se preparó para este momento? Disfrutando el día a día, en su nueva vida de “no tenista” y en los pequeños momentos: por primera vez desde que tenia 16 años se volvió a ir de vacaciones, por ejemplo.

Sucede que por más de una década y media, enero y febrero fueron meses intensos para Schwartzman, con el inicio de temporada en Australia y luego, con la gira latina sobre polvo de ladrillo y la posibilidad de jugar en casa, algo que no pasaba en el resto del año. Este adiós, entonces, viene a cerrar el círculo perfecto.

No obstante, si hay algo que le genera orgullo en todo este camino recorrido a Schwartzman es que pudo tomar la decisión de decir adiós él mismo. “Pude entender a mi cuerpo, entender a mi cabeza y saber que llevaba un tiempo agotado y que no podía sostener lo que siempre hice de muy buena manera… Logré mucho más de lo que siempre soñé. Hasta siempre, querido tenis”, le dijo a ATPTour.com.

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Dentro de la cancha, claro, sus valores se volvieron ineludibles, como la regularidad y el sostenerse en lo más alto del Tour, ‘ser de elite’, por más de una década. Hay dos rachas sin parangón que así lo sustentan: Schwartzman pudo disputar de manera consecutiva 36 Grand Slams, desde Roland Garros en 2014, y dijo presente en 52 main draw consecutivos en eventos ATP Masters 1000, por más de casi siete años.

Casi una década entera estando presente en los cuatro majors del año, y con resultados más que destacados: además de la semifinal en Roland Garros en 2020 como mejor registro, Schwartzman alcanzó en dos ocasiones los cuartos de final del torneo francés (2018 y 2021) y del Abierto de EE.UU. (2017 y 2019).

En los ATP Masters 1000, desde marzo de 2017, cuando actuó en la primera ronda de Indian Wells, cada vez que el argentino se inscribió en un Masters 1000 lo hizo entrando en el main draw. También estuvo cinco años sin salir de los treinta mejores tenistas del mundo en el PIF ATP Rankings.

¿Qué le espera para el futuro? “Quiero ayudar al tenis en Latinoamérica organizando torneos o siendo parte del presente y del futuro del tenis argentino de alguna forma”, reconoció por estos días.

Schwartzman es un tenista empático, de esos que siempre miró con humildad para el costado, a ver, genuinamente, qué pasaba con las personas alrededor suyo. Hacia adelante, El Peque va por todo: quiere disfrutar del resto de su vida, y que los chicos y chicas que aspiran a hacer un camino en el tenis no les falte oportunidades y puedan cumplir sus sueños como lo hizo él. Con una raqueta en la mano, y el raquetero al hombro, Schwartzman dejó en claro de que es posible.

atptour.com

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