Para funcionar, tanto los paneles solares como los campos eólicos y los vehículos eléctricos requieren 6 veces más minerales que las plantas de gas o los automóviles que funcionan con combustibles fósiles (Cepal, 2024). Por eso, para que la transición energética sea realmente limpia, el sector minero requiere innovaciones que permitan extraer los elementos conocidos como “tierras raras”, lo cual disminuiría el impacto ambiental de esta explotación.
La energía solar fotovoltaica requiere 5,8 más minerales que el gas natural. Foto: archivo Unimedios.
Según los expertos invitados al programa Análisis UNAL, de Radio UNAL, la demanda de tierras raras –de las cuales América Latina tiene un alto potencial para el suministro global– seguirá aumentando en el mundo. Ante este fenómeno será necesaria una mayor exploración minera para conocer las posibilidades de recursos, además de considerar la posibilidad de extraerlos a partir de los residuos de minas metalúrgicas ya explotadas, o incluso cerradas.
Según el ingeniero de Minas Juan María Meléndez Aguado, docente de Ingeniería de Minas y Minerales en la Universidad de Oviedo (España), es posible que en las minas de hierro, zinc y titanio se haya dejado de lado minerales críticos, por lo que estos residuos tienen un importante potencial de explotación o de reciclaje ante el aumento de la demanda de estos minerales.
El profesor Thomas Cramer, del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y líder del Grupo de Estudios en Geología Económica y Mineralogía Aplicada (Gegema), señala que las minas de oro o níquel, como Cerro Matoso en Colombia (la cuarta más grande del mundo), pueden tener potencial de tierras raras como cobalto. Sin embargo, en el país se desconoce más del 90% de su potencial.
Ante la dominancia china en la explotación de estos recursos, varias minas en el mundo cerraron. Sin embargo, el renovado interés y las guerras comerciales han motivado a retomar la explotación, en la que Colombia tiene un alto potencial que se debe analizar para determinar si es económicamente viable explotarlos.
Desde 2011 Europa considera las tierras raras como una materia prima decisiva para su industria de generación de energía renovable. Por eso, con el fin de garantizar el suministro de estos minerales, este año la Unión Europea inició proyectos estratégicos como el reciclaje, aunque se ha determinado que este no sería suficiente.
Lograr una minería responsable requiere de la participación de la academia para implementar innovaciones que reduzcan el impacto ambiental, por lo que, según el docente Cramer, se debe “desatanizar” la extracción de minerales e implementar políticas públicas que permitan trabajar en conjunto.
Esto también debe llevar a pensar en la revolución industrial de los países latinoamericanos, de manera que se basen no solo en la exportación de materias primas, sino también en la transformación de productos de valor agregado, lo que requiere inversiones en investigación.
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