La perseverancia y el trabajo en equipo son dos factores decisivos en un deporte colectivo como el ciclismo. De victorias individuales… pero colectivo. Este jueves quedó patente en la 13ª etapa de la Vuelta a España, con el triunfo de Nelson Oliveira (Lampre-Merida) en Tarazona. El portugués arrancó pasado el Alto del Moncayo, tirando de fuerza y de garra, arropado atrás por Valerio Conti y, sobre todo, por Rubén Plaza. Ambos secaron todos los intentos de aproximarse a Oliveira, brindando a su compañero su mejor éxito como profesional, el primero internacional.
Estaba cantado que la etapa acabaría con una fuga jugándose el triunfo en los últimos kilómetros. Los equipos lo sabían y por eso costó mucho que cuajara el movimiento bueno del día. No fue hasta las rampas de los dos primeros puertos de la jornada donde se unirían hasta 24 hombres en cabeza de carrera, con representación de la mayor parte de conjuntos de esta Vuelta a España.
Las primeras unidades de esta escapada arrancaron en la base del Alto de Collado de Oseja (3ª). Sin embargo, fue en el Alto de Beratón (1ª) donde se unieron los siguientes ciclistas: Sergio Henao y Nicolas Roche (Team Sky), Mikael Cherel y Rinaldo Nocentini (Ag2r-La Mondiale), Alessandro de Marchi (BMC), David Arroyo (Caja Rural-Seguros RGA), Yohan Bagot y Julien Simon (Cofidis), Niki Terpstra y Gianluca Brambilla (Etixx-Quick Step), Kenny Elissonde y Kevin Reza (FDJ), Sylvain Chavanel y Jerome Coppel (IAM Cycling), Rubén Plaza, Valerio Conti y Nelson Oliveira (Lampre-Merida), Maxime Monfort (Lotto-Soudal), José Joaquín Rojas (Movistar), Stephen Cummings (MTN-Qhubeka), Cameron Meyer (Orica-GreenEdge), Yukiya Arashiro y Romain Sicard (Europcar) y Pawel Poljanski (Tinkoff-Saxo). Sicard y Brambilla, a algo menos de 7 minutos de Fabio Aru, eran los mejores situados en la general.
Pero la gran noticia había saltado en el primero de los puertos. Nairo Quintana (Movistar) sufría a cola de pelotón, llegando incluso a perder contacto con el resto de corredores. El colombiano continúa pasando unos días muy difíciles después de confirmar una enfermedad que le ha hecho perder varios kilos y, por tanto, gran parte de su fuerza encima de una bicicleta. Nairo consiguió recuperarse y finalizar la etapa en el pelotón principal.