En París, el 12 de diciembre, 195 naciones alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático e impulsar medidas e inversiones para un futuro bajo en emisiones de carbono, resiliente y sostenible.

El Acuerdo de París reúne por primera vez a todas las naciones en una causa común en base a sus responsabilidades históricas, presentes y futuras.

El objetivo principal del acuerdo universal es mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados, e impulsar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura incluso más, por debajo de 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.

El límite de los 1,5 grados centígrados es significativamente una línea de defensa más segura frente a los peores impactos del cambio climático.

Además, el acuerdo busca reforzar la habilidad para hacer frente a los impactos del cambio climático.

Para lograr estos objetivos ambiciosos e importantes, se pondrán en marcha flujos financieros apropiados para hacer posible una acción reforzada por parte de los países en desarrollo y los más vulnerables en línea con sus propios objetivos nacionales.

“Las naciones se han unido para abordar al problema más serio al que se enfrenta la humanidad”, dijo Laurent Fabius, Presidente de la COP 21, la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático y Ministro francés de Asuntos Exteriores.

“El Acuerdo de París permite a todas las delegaciones y grupos de países volver a casa con la cabeza alta. Nuestro esfuerzo colectivo es más valioso que la suma de nuestros esfuerzos individuales. Nuestra responsabilidad con la historia es inmensa”, dijo.

El ministro, visiblemente emocionado frente a los delegados puestos en pie, dio el golpe de martillo final que marcó la adopción del acuerdo dando paso a una larga ovación en la sala de reuniones plenarias.

El Presidente francés, François Hollande, dijo: “Lo han hecho, han alcanzado un acuerdo ambicioso, un acuerdo vinculante y universal. Nunca podré expresar mayor gratitud a una conferencia. Podrán estar orgullosos ante sus hijos y sus nietos”.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo: “Hemos entrado en una nueva era de cooperación global en uno de los asuntos más complejos a los que se enfrenta la humanidad. Por primera vez, cada país del mundo se ha comprometido a reducir sus emisiones, reforzar la resiliencia y unirse a una causa común para actuar juntos por el clima. Este es un rotundo éxito para el multilateralismo”.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), dijo: “Un planeta, una oportunidad de hacerlo bien, y lo hicimos en París. Hemos hecho historia juntos. Este es un acuerdo de convicción. Es un acuerdo de solidaridad con los más vulnerables. Es un acuerdo de visión a largo plazo y debemos hacer de él el motor de un crecimiento seguro”.

“Estoy segura de que varias generaciones recordarán el 12 de diciembre de 2015 como la fecha en la que la cooperación, la visión, la responsabilidad, una humanidad compartida y la preocupación por nuestro mundo ocuparon el centro de la escena, confirmando que en el marco de la ONU, con creatividad y voluntad política, se puede hacer mucho bien”, dijo.

“Me gustaría reconocer la determinación, la diplomacia y el esfuerzo que el Gobierno de Francia ha incorporado en este momento extraordinario, así como a los gobiernos que han respaldado nuestra ambición compartida desde la COP 17 en Durban, Sudáfrica”, dijo.

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El acuerdo engloba elementos esenciales para impulsar la acción climática

El Acuerdo de París y los resultados de la conferencia de la ONU sobre el clima (COP 21) cubren áreas cruciales consideradas esenciales para una conclusión emblemática:

Mitigación: reducir las emisiones lo suficientemente rápido como para lograr el objetivo de temperatura.
Un sistema de transparencia y de balance global; una contabilidad para la acción climática.
Adaptación: fortalecer la habilidad de los países para hacer frente a los impactos climáticos.
Pérdidas y daños: fortalecer la habilidad para recuperarse de los impactos climáticos.
Apoyo: incluido el apoyo financiero para que las naciones construyan futuros limpios y resilientes.
A la vez que establecen una dirección a largo plazo, los países alcanzarán un pico de emisiones, lo antes que les sea posible, y seguirán presentando planes nacionales de acción climática que detallen sus objetivos futuros frente al cambio climático.

Esto se construye a partir del impulso sin precedentes que suponen los esfuerzos realizados hasta ahora por 188 países que han contribuido al nuevo acuerdo con sus planes de acción climática, que de manera drástica van a ralentizar el ritmo de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

El nuevo acuerdo establece además el principio de que los futuros planes nacionales no serán menos ambiciosos que los existentes, lo que supone que estos 188 planes de acción climática constituyen una base y cimientos firmes para una ambición mayor.

Los países someterán sus planes climáticos actualizados, denominados contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), cada cinco años con las que irá aumentando la ambición en el largo plazo.

También se va a impulsar la acción climática en el periodo anterior a 2020. Los países van a seguir sumándose a una dinámica de oportunidades para la mitigación y se enfocarán más en las oportunidades de adaptación.

Esto viene subrayado además por los robustos sistemas de transparencia y contabilidad que incluye el acuerdo y que proveerán claridad en los esfuerzos de implementación, con flexibilidad para los países que tienen capacidades diferentes.

“El Acuerdo de París también envía una señal fuerte a los muchos miles de ciudades, regiones, empresas y ciudadanos en todo el mundo que ya se han comprometido a actuar por el clima y que la opción elegida es la suya, una visión de un futuro bajo en carbono y resiliente para la humanidad en este siglo”, dijo la Sra. Figueres.

El acuerdo refuerza el apoyo a las naciones en desarrollo

El Acuerdo de París cubre además el apoyo adecuado para las naciones en desarrollo y establece un objetivo global para fortalecer considerablemente la adaptación al cambio climático a través del apoyo y la cooperación internacional.

Los ya amplios y ambiciosos esfuerzos de los países en desarrollo de construir su propio futuro limpio y resiliente al clima contarán con un mayor apoyo financiero de los países desarrollados y con las contribuciones voluntarias de otros países.

Los gobiernos decidieron que trabajarán para definir una hoja de ruta clara sobre el aumento del financiamiento climático a los 100.000 millones de dólares para 2020 así como para establecer antes de 2025 un nuevo objetivo de financiamiento por encima de la base de los 100.000 millones de dólares.

La Sra. Figueres dijo: “Hemos visto anuncios financieros sin parangón tanto para mitigación y como para adaptación antes y durante la COP. En el marco del Acuerdo de París, la aportación de financiamiento proveniente de fuentes múltiples, se llevará claramente a un nuevo nivel, lo cual es de una importancia crítica para los más vulnerables”.

El nuevo acuerdo fortalece considerablemente la cooperación internacional en el área de tecnologías seguras para el clima y el fomento de capacidades en el mundo en desarrollo para hacer frente al cambio climático.

Firma del Acuerdo de París

Tras su adopción por parte de la COP (Conferencia de las Partes), el Acuerdo de París será depositado en las Naciones Unidas en Nueva York y estará a disposición para ser firmado durante un año a partir del 22 de abril de 2016, el Día de la Madre Tierra.

El acuerdo entrará en vigor cuando 55 países que representen al menos el 55% de las emisiones mundiales hayan depositado sus instrumentos de ratificación.

Ciudades, provincias, empresas e inversores se ponen en la misma línea

El acuerdo histórico de hoy se ha logrado con un telón de fondo compuesto por una oleada de acción climática extraordinaria por parte de ciudades, regiones, empresas y sociedad civil.

La COP ha acogido una semana de eventos en el marco de la Agenda de Acción Lima-París en los que se ha visto una oleada de iniciativas por parte de estas entidades. Estos eventos han sido una muestra de la fuerte e irreversible tendencia a la acción climática que hay en marcha.

En la COP 21, los países reconocieron la enorme importancia de estas iniciativas y llamaron a que estas acciones registradas en el portal NAZCA, albergado por la ONU, continúen y se aumenten como una parte esencial para la rápida implementación del Acuerdo de París.

La Agenda de Acción Lima-París y el portal NAZCA ya han recopilado acciones climáticas y compromisos cubriendo:

Más de 7.000 ciudades, incluyendo las más vulnerables al cambio climático, de más de 100 países. Estas ciudades tienen una población conjunta de más de 1.200 millones de personas y suponen alrededor del 32% del PIB mundial.
Estados subnacionales y regiones comprendiendo un quinto del total del suelo mundial y con un PIB combinado de 12,5 billones de dólares.
Más de 5.000 empresas de más de 90 países que juntas representan la mayoría de la capitalización del mercado mundial y más de 38 billones de dólares de ingresos.
Casi 500 inversores con activos bajo gestión de más de 25 billones de dólares.
Christiana Figueres, la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, dijo: “El reconocimiento de las acciones de las empresas, inversores, ciudades y regiones es una de los resultados clave de la COP 21. Junto con la Agenda de Acción Lima-París, la oleada de acciones muestra que el mundo está en una trayectoria inevitable hacia un mundo sostenible y bajo en carbono”.

Más detalles sobre el Acuerdo de París

Todos los países presentarán comunicaciones sobre adaptación, en las cuales deberán detallar sus prioridades de adaptación, las necesidades y los planes de apoyo. Los países en desarrollo recibirán más apoyo para acciones de adaptación y se evaluará la idoneidad de este apoyo.
Se reforzará de manera significativa el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre Pérdidas y Daños ya existente.
El acuerdo incluye un marco robusto de transparencia tanto para la acción como para el apoyo. El marco proporcionará claridad en las acciones de mitigación y adaptación de los países, así como en la provisión de apoyo. El acuerdo reconoce así mismo que los Países Menos Adelantados y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo tienen circunstancias especiales.
El acuerdo prevé que en 2023 se llevará a cabo un balance del progreso colectivo hacia los objetivos del acuerdo. Este balance se hará cada cinco años.
El acuerdo incluye un mecanismo de cumplimiento, supervisado por un comité de expertos que opera de una manera no punitiva.
La COP también concluyó una serie de cuestiones técnicas.

En el marco del Protocolo de Kyoto, se ha establecido un nuevo método de contabilidad claro y transparente del remanente de créditos para el segundo periodo de compromisos, creando un conjunto de reglas claras.
Se completó con éxito la primera ronda del proceso de evaluación y análisis internacional (IAR, por sus siglas en inglés) que fue lanzada en 2014.
También fueron tratadas con éxito una serie de cuestiones técnicas y de implementación relacionadas con las disposiciones existentes sobre tecnología, adaptación, acción para el empoderamiento climático y fomento de las capacidades.