Efeverde.- Pese a «una cierta voluntad» de cambiar las cosas en la reciente cumbre COP21 de París, será «complicado» que las medidas allí acordadas puedan aplicarse de verdad pues «la opinión pública no las demanda y los propios ciudadanos no tienen como prioridad» el cambio climático, según Manuel Arias Maldonado.
Así lo ha advertido en entrevista a Efeverde este profesor titular de Ciencia Política en la Universidad de Málaga y autor del ensayo sobre sostenibilidad Real Green, sustainability after the end of Nature.
Arias Maldonado recuerda que en 2015 “en los países angloparlantes, el nombre de la modelo Kim Kardashian tuvo más búsquedas en Google que la expresión ‘cambio climático’, lo cual es un indicativo de las prioridades” de nuestra sociedad.
Además, la última gran crisis económica “ha demostrado que valores postmaterialistas como los medioambientales pueden verse opacados con mucha facilidad por otros más clásicos como el problema del paro, la lucha por la igualdad o la necesidad de salarios más elevados“, afirma este especialista, quien ha especificado que “las sociedades tienden a la continuidad”.
Tras señalar que los acuerdos internacionales “sin excepción” sólo se cumplen cuando los países que los firman “entienden que no cumplirlos tiene un coste mayor que cumplirlos”, añade que “no estoy muy seguro de que hallamos alcanzado ese punto con el cambio climático.”
Además, “no todos los gobiernos ven con malos ojos” la situación actual pues sus efectos, que para una isla del Pacífico “supondrían su perdición” podrían sin embargo resultar beneficiosos “para países como Rusia”.
Por ello, “salvo que se produzca una catástrofe climática, como un huracán que se lleve por delante dos o tres países”, una modificación profunda del comportamiento de la sociedad respecto al cambio climático “no tiene muchas posibilidades de prosperar”.
Cuatro escenarios
Arias Maldonado plantea cuatro escenarios posibles a corto plazo, que explicó en una conferencia en la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno bajo el título de Climatopías para el siglo XXI.
El primero es el auspiciado por el “ecologismo clásico radical”, basado en el decrecimiento o “desmantelamiento” del capitalismo, mientras las personas aprenden a relacionarse “de forma mucho más autogestionaria y en relación con la naturaleza”.
Una segunda posibilidad es “establecer una serie de límites ecológicos que nos cuidemos mucho en traspasar, como los famosos 2 grados sobre los que se habló en París”, pero sin alejarse demasiado de la actual posición.
El tercer escenario está relacionado con “una Ilustración ecológica” que permita “reconsiderar” la relación del ser humano con el medio y las nuevas formas de vida a través “principalmente” de la ciencia y la tecnología “pero sin ir demasiado lejos”.
La cuarta vía pasa por “apostar directamente” por la tecnología e invertir mucho dinero en ciencia y desarrollo para “reformular e intensificar nuestro control sobre el medio”.