.El 15 de octubre, las partes del Protocolo de Montreal acordaron eliminar gradualmente la producción y el consumo de los hidrofluorocarbonos (HFC), poderosos gases que contribuyen al efecto invernadero y que se usan predominantemente en el aire acondicionado y la refrigeración.

.Esta medida podría limitar el aumento de la temperatura mundial a un nivel de 0,5 °C para fines del siglo, lo que constituye uno de los pasos más importantes en la lucha contra el cambio climático hasta la fecha.

.El Grupo Banco Mundial apoyará la enmienda ayudando a los países a reducir gradualmente los HFC y a mejorar la eficiencia energética de los sistemas de aire acondicionado y refrigeración. Esto disminuirá las emisiones, la demanda de electricidad y los costos de la electricidad para los consumidores.

La demanda de aire frío está de moda. En algunas zonas urbanas de China, donde los sistemas de aire acondicionado eran prácticamente desconocidos hace 20 años, casi todos los hogares tienen uno ahora. Las ventas en países como India aumentan en más del 10 % al año. Se estima que en 2030 habrá 700 millones de unidades de aire acondicionado adicionales en el mundo.

Todos estos sistemas de enfriamiento ofrecen beneficios en materia de salud y desarrollo, conservando los alimentos, aumentando la productividad y mejorando la calidad de vida de cientos de millones de personas.

Pero también tienen un costo muy alto para el clima. Los sistemas de aire acondicionado aumentan el consumo de electricidad, especialmente en las horas pico, y los sistemas de refrigeración pronto superarán a los sistemas de calefacción como factor principal de la demanda de energía por parte de los consumidores. Las tecnologías de enfriamiento también dependen de los hidrofluorocarbonos (HFC), poderosos gases de efecto invernadero cuyo efecto en el calentamiento global es miles de veces superior al del dióxido de carbono (CO2).

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