Cerca del 60 % de los niños que trabajan lo hacen en el sector agrícola ¡Casi 100 millones de niños y niñas!
Definido como trabajo inapropiado para la edad infantil, afecta a la educación de los niños y puede dañar su salud, su seguridad o sus valores morales.
En todo el mundo sigue siendo principalmente un problema de pobreza rural.
El trabajo infantil se define como aquel trabajo que es inapropiado para la edad del niño, que afecta a su educación, o que puede poner en peligro su salud, seguridad o moral. Conviene destacar que no todos los trabajos realizados por niños se consideran trabajo infantil. Algunas actividades pueden ayudar a los niños a adquirir importantes habilidades de subsistencia y contribuyen a su supervivencia y seguridad alimentaria. Sin embargo, gran parte del trabajo que realizan los niños en la agricultura es inapropiado para su edad, probablemente peligroso o interfiere con su educación. Por ejemplo, un niño por debajo de la edad mínima de admisión al empleo que trabaja pastoreando ganado, un niño aplicando plaguicidas, o un niño que trabaja toda la noche en un barco pesquero y está demasiado cansado para ir a la escuela al día siguiente, estarían realizando trabajo infantil.
El trabajo infantil perpetúa el ciclo de pobreza de los niños afectados, sus familias y comunidades. Sin educación, estos niños y niñas probablemente seguirán siendo pobres. La prevalencia del trabajo infantil en la agricultura viola los principios del trabajo digno. Al perpetuar la pobreza, socava los esfuerzos para alcanzar la seguridad alimentaria sostenible y acabar con el hambre.
La FAO trabaja con sus socios para abordar las causas fundamentales del trabajo infantil, en particular con la OIT, el FIDA, la UITA y el IFPRI/CGIAR a través de la Alianza Internacional de Cooperación sobre el Trabajo Infantil en la Agricultura, constituida en 2007.
Acciones que contribuyen a la prevención del trabajo infantil en la agricultura:
Intercambio de conocimientos y desarrollo de capacidad: El trabajo de los niños en la agricultura suele ser invisible, porque los datos disponibles sobre las actividades en las que están involucrados, así como de los riesgos asociados, son limitados. En respuesta, la FAO trabaja para promover una mayor base de conocimientos sobre el trabajo infantil en los países y en los diferentes subsectores agrícolas. Permite intercambiar buenas prácticas y desarrollar herramientas de apoyo para la creación de capacidad nacional y el desarrollo institucional.
Apoyo a nivel regional y nacional: El trabajo infantil en la agricultura es difícil de abordar, debido a que el sector agrícola no suele estar suficientemente regulado en muchos países. La FAO ayuda a los gobiernos a asegurar que los asuntos relacionados con el trabajo infantil estén mejor integrados en las políticas y estrategias nacionales de desarrollo agrícola. Asimismo, promueve la coordinación de la acción e implementación de los compromisos nacionales y regionales.
Promoción de la acción a nivel mundial: La FAO participa en las principales iniciativas internacionales, entre ellas el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, para concienciar sobre los ámbitos prioritarios de acción para erradicar el trabajo infantil en la agricultura. En sus ámbitos de trabajo, la FAO presta cada vez más atención a la problemática del trabajo infantil y se asegura que ésta sea tenida en cuenta en sus mecanismos globales. Por ejemplo, en 2013, la 38ª Conferencia de la FAO aprobó un Código Internacional de Conducta revisado para el Manejo de Plaguicidas con el fin de animar a los gobiernos y a la industria de plaguicidas a adoptar medidas para reducir la vulnerabilidad de los niños a su exposición.