Poner freno a las emisiones de gases de efecto invernadero es un imperativo no sólo para controlar el cambio climático, sino para proteger la salud humana: se estima que cada año mueren de forma prematura entre siete y ocho millones de personas en el mundo por la mala calidad del aire.
Uno de los principales focos contaminantes es el transporte, que además es el sector con mayor incremento de emisiones en América Latina. A menos que se acelere la transformación tecnológica y se pongan en marcha políticas innovadoras, los gases que emite esta actividad continuarán aumentando.
Para promover la transición hacia la movilidad eléctrica en la región, ONU Medio Ambiente lanza hoy la comunidad virtual MOVE a través de un primer debate. Con esta iniciativa se busca apoyar a funcionarios de los ministerios de Medio Ambiente, Transporte, Energía y Hacienda, así como a entidades y ciudades, a poner en marcha políticas innovadoras en materia de tecnologías limpias en el sector transporte.
Creada en el marco de la iniciativa REGATTA de ONU Medio Ambiente y con apoyo del Gobierno de España y el Centro y Red de Tecnologías del Clima, la nueva comunidad incluirá en sus jornadas de formación y debates varias temáticas: los vínculos entre la calidad del aire y la movilidad eléctrica, políticas e incentivos, opciones de financiamiento e involucramiento del sector privado y el transporte público eléctrico.
Según los resultados del estudio de ONU Medio Ambiente y EUROCLIMA Oportunidades para la movilidad eléctrica en América Latina, que se presenta en el primer debate de MOVE, la flota de automóviles en la región llegará a 200 millones de unidades en 2050. Esto implicará un aumento de la demanda de combustibles y de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes nocivos para la salud.
Según el informe el aumento de la flota de automóviles en la región implicará un incremento de la demanda de combustibles y de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes nocivos para la salud. Esto pondría en tela de juicio el cumplimiento de los objetivos climáticos de los países de la región.
El informe proporciona información sobre los incentivos, políticas y mecanismos financieros que están sirviendo para acelerar la transición a la movilidad eléctrica alrededor del mundo, así como su aplicación específica en la región. Asimismo sugiere una hoja de ruta regional con énfasis especial en el transporte público urbano como sector que podría liderar este cambio en América Latina.
La región presenta las mejores condiciones para que los vehículos eléctricos entreguen los mayores beneficios en términos de reducción de emisiones, ya que la electricidad en la región es generada en gran medida con energías renovables. El despliegue de la movilidad eléctrica podría también significar un ahorro en combustibles de aproximadamente 85 mil millones de dólares para 2050 en los países latinoamericanos.