El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmaajo, declaró el estado de «desastre nacional» para hacer frente a la situación humanitaria provocada por la grave sequía que sufre gran parte del país.
Abdullahi emplazó a la comunidad internacional a responder “de forma urgente a esta calamidad”, según la cuenta oficial de la Presidencia somalí en Twitter.
Igualmente, llamó a la comunidad empresarial de su país y a la población somalí en el exilio a participar en las operaciones de recuperación en las zonas afectadas.
Cerca de 3 millones de somalís estarán en situación de emergencia alimentaria en junio de 2017 y a un paso de la hambruna, debido a la intensa sequía registrada en los últimos meses, según la ONU.

“El presidente recibe informes continuos sobre la evaluación y respuesta a la situación de emergencia”, añadieron las mismas fuentes oficiales.
La sequía ha desplazado a más de 135.000 personas en Somalia desde noviembre, según datos recogidos por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).

Organismos internacionales temen que esta grave situación desencadene una hambruna en el país del Cuerno de África como la de 2011, cuando unas 250.000 personas murieron, más de la mitad de ellos menores de cinco años.
Los países de la región también han advertido de que una nueva hambruna podría empeorar la situación de seguridad en una zona donde la amenaza yihadista y los enfrentamientos interétnicos por los recursos causan numerosos conflictos. Efeverde