Los impactos del cambio climático en las cuencas españolas pueden ser mayores que los contemplados en los Planes Hidrológicos, según un estudio realizado por investigadores de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) pertenecientes al Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA).
La investigación, desarrollada por Patricia Marcos y que ha sido publicada en la revista científica Ingeniería del Agua, analiza las limitaciones del enfoque adoptado en España para integrar los efectos del cambio climático dentro de la planificación hidrológica, según han indicado a EFE fuentes de la UPV.
Como principal conclusión, se destaca que actualmente solo se aplica “un coeficiente de reducción único a las aportaciones y no se considera la variabilidad espacial dentro de una misma demarcación”, por lo que los impactos del cambio climático podrían ser mayores a los contemplados en los planes hidrológicos.
El estudio ha evaluado el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos del sistema de explotación del río Júcar, teniendo en cuenta los últimos escenarios de cambio climático y comparando los resultados de tres modelos hidrológicos conceptuales.
Recursos hídricos :
En la investigación se ha observado cómo en el corto y medio plazo la reducción de los recursos hídricos para el total del sistema podría alcanzar el 20-21 por ciento y 29-36 por ciento, respectivamente, cifra “muy superior a la prevista en el nuevo ciclo de planificación, que es el del 12 por ciento”.
De hecho, “hemos constatado que en los últimos años ya se ha experimentado una reducción similar a la aplicada en el Plan”, ha indicado la investigadora Patricia Marcos.
Además, el análisis ha determinado una alta incertidumbre respecto al posible porcentaje de reducción del recurso, derivado de los modelos climáticos y, en menor medida, de los modelos hidrológicos.
Para la investigadora del IIAMA la determinación de un cierto porcentaje de reducción de los recursos hídricos “está sujeto a múltiples factores de incertidumbre, no solo inherente a las proyecciones climáticas, sino también a otros elementos”.
Por ello, Marcos propone que la planificación no debería orientarse tanto a determinar el porcentaje de reducción, -dada la imposibilidad de eliminar la incertidumbre-, sino a analizar “la robustez y resiliencia del sistema frente a situaciones de estrés, para identificar dónde es más vulnerable y proponer medidas de adaptación”.