SAN FRANCISCO – Cualquiera que examine solamente el récord o la efectividad de Julio Teherán en lo que va del 2017 pudiera imaginar que se ha ido un poco de la magia del estelar derecho colombiano, pero ha lanzado mucho mejor de lo que indican sus números.
De hecho, el dirigente de los Bravos de Atlanta, Brian Snitker, considera que el nativo de Cartagena, Colombia, tiene mucho más en la bola que en el 2016, cuando cerró la campaña con efectividad de 3.10, la décima mejor de toda la Liga Nacional igualado con Jake Arrieta, de los Cachorros de Chicago.
«Creo que la bola sale mejor de su mano que el año pasado, proclamó el manager de la novena de Georgia. «La velocidad de su recta se ha incrementado un poco y su material no ha sido malo».
Sin embargo, ha existido una enorme diferencia entre el Teherán de abril y el derecho colombiano del mes de mayo. En su apertura inaugural, que marcó su cuarto inicio de temporada al hilo – solamente el glorioso Greg Maddux y Rick Mahler lo acompañan en esa lista- no permitió carreras en seis entradas de lujo. Tampoco le pudieron anotar en su segundo inicio de la contienda, en el cual perduró en el diamante por siete tramos. Mereció ganar los dos juegos, pero no figuró en la decisión.
En mayo, suma tres aperturas en las cuales le han pisado el plato por lo menos cuatro veces en cada una, aunque es importante destacar que en su juego más reciente, el 24 de este mes frente a los Piratas de Pittsburgh, asomó el Teherán estelar con seis episodios en blanco.
«Ha fallado bastante con su localización», diagnosticó Snitker. «El año pasado, era como si estuviera lanzando un dardo perfecto a la diana con prácticamente todo que tiraba al plato.
Ahora ha estado fallando justo en el plato y le están haciendo pagar. Su comando no ha sido tan certero en comparación a lo que él es capaz de hacer.
«Trabaja con el fin de mejorar y la verdad es que tiró la bola muy bien en su apertura reciente», elogió el mandamás de La Tribu de la Liga Nacional. «Busca el entonamiento ideal. Ha lanzado mucho mejor como visitante que en casa».
Obviamente, Teherán, que junto a José Quintana -Medias Blancas de Chicago- integra un tremendo dueto de abridores colombianos en la meca de la pelota, quisiera sobresalir la mayor parte de las veces que se sube a la lomita, como lo hiciera al convertirse en el 2016 en el primer pitcher de los Bravos con 30 aperturas en cuatro contiendas al hilo desde la era del glorioso Maddux.
«Ha sido un comienzo de temporada un poco lento, he tenido varias aperturas buenas, varios normales, pero todo es parte del juego», explicó el derecho de 26 años de edad. «Hay que corregir algunas cositas. En mi salida reciente pude notar la diferencia. Esperamos seguir con ese hilo.
«Mi mente está enfocada en lo mismo, ganar muchos más juegos», aseguró Teherán, capaz de apuntarse 14 éxitos tanto en el 2013 como en el 2014. «En el nuevo estadio he forcejeado un poco. Son cosas normales, no hay nada de que en verdad tenga que preocuparme. Me siento saludable que es lo primordial, gracias a Dios».
Como todo buen serpentinero, Teherán, que comenzó el 2017 con récord de 47-40 en el Béisbol de Lujo, tiene una idea clara de qué necesita corregir para ser un mejor pitcher.
«Pienso que La recta es mi primer pitcheo y tengo que lanzar con ella», precisó Teherán. «Sé que tengo muy buenos pitcheos secundarios, pero que debo tratar de aprovechar éso tarde en el juego luego de mostrarle mi recta a los bateadores.
«Estaba utilizando mucho más mis envíos rompientes y cuando venía con mi recta estaba fallando en mi localización», especificó el debutante en las Grandes Ligas en el 2011. «Son cosas mínimas que afectan un juego, pero ahora la recta ha estado caminando un poquito más».
A sus 22 años y 252 días, Teherán fue en el 2013 el más joven en abrir en la postemporada por los Bravos desde Steve Avery en la Serie Mundial del 1992. Ahora, más maduro, sabe mejor cuándo sus envíos le funcionan o no, y le tiene una enorme fe tanto a sus cualidades como a su equipo, que llegó el viernes a San Francisco con registro de 9-5 en sus 14 partidos previos. Y ganó 2-0 el primero de esa serie con gran pitcheo del mexicano Jaime García.
«He estado en 94 millas por hora, que es mi velocidad normal, a veces estoy en 90-91, pero ya en las esquinas», resumió Teherán. «Necesito ponerlo todo junto para lanzar con mayor confianza. Todavía tenemos un camino largo. Me propongo estar enfocado en lo que en verdad quiero, que es ayudar a mi equipo. Tenemos muy buen chance de avanzar a la postemporada o quizás terminar bien cerca de ella».
Aparte de los Bravos, un tema favorito para Teherán es haber tenido el honor de representar en el Clásico Mundial del 2017 a Colombia, que vendió cara su derrota y estuvo a punto de avanzar a la segunda ronda para sorprender a media humanidad.
«En lo personal, fue una experiencia grandísima para mí», rememoró Teherán, que venció a Canadá en Miami. «Para Colombia, para nuestro béisbol, fue algo inmenso. Da gusto ver como este deporte ha venido creciendo en nuestro país.
«Tenemos dos peloteros en las Grandes Ligas, pero contamos con un buen grupo de prospectos en las ligas menores a la espera de ser llamados», analizó Teherán. «Esperamos que lo que hicimos en el Mundial sea de mucha motivación para los que vendrán después, para que así algún día podamos tener muchos más grandeligas provenientes de Colombia».
MLB.COM