La 4ª etapa del Tour de Francia, de 207,5 kilómetros, entre Mondorf-les-Bains (Luxemburgo) y Vittel (Francia) y 195 corredores en liza, comenzó con fuga en solitario y termina doblemente accidentada. Arnaud Demare se impone al sprint tras dos caídas en el último kilómetro, que dejan fuera de la disputa a algunos de los principales favoritos. Primero a Kittel, en la siguiente a Cavendish. La larga cabalga de Guillaume van Keirsbulck durante 190 kilómetros ha sido un sueño agotador para el corredor del equipo invitado del Wanty-Groupe Gobert.
Keirsbulck, cabagada en solitario
Sólo unos metros después de sacudir Christian Proudhome la bandera desde el coche de dirección para dar la salida a la 4ª etapa del Tour, el corredor belga Guillaume van Keirsbulck (Wanty-Groupe Gobert) pone pies en polvorosa sorprendiendo a un pelotón aún amodorrado. Kilómetro a kilómetro agranda la brecha rodando por las carreteras llanas y soleadas de Luxemburgo y Francia hasta llegar a una diferencia máxima de 13 minutos y 15 segundos completado un cuarto de la carrera.
FDJ y Cofidis colaboran
A partir de ese momento, el pelotón comienza a recortar minutos sin prisa, pero sin pausa. Mientras que el equipo del jersey amarillo se desentiende de la persecución, las formaciones que cuentan con posibilidades en el sprint final comienzan a preparar la caza del fugado. Primero los equipos belgas Quick Step y Lotto-Soudal, después los franceses FDJ y Cofidis, que realizan su trabajo en el ecuador de la carrera. A 70 kilómetros de la meta, el colchón que disfruta Van Keirsbulck comienza a menguar preocupantemente hasta 4′ 45”.
Fin de la cabalgada
En el sprint intermedio de Goviller (km 157,5) el fugado pasa a 2′ 40” de Demare, Sagan y Greipel, que por este orden se reparten los tres puestos siguientes. En la cima del Col des Trois Fontaines (KM 170,5), de 4ª categoría, Guillaume van Keirsbulck se adjudica el único punto en juego de la jornada que suma para el maillot de lunares. Allí, la diferencia ya se ha reducido a 1′ 38”. El resto es una galopada desespera por la región de los Vosgos del corredor belga por llevar su fuga lo más lejos posible. Después de 190 kilómetros rodando en solitario, el pelotón le da caza sin piedad.
Doble caída y Demare vence
A partir de ahí el pelotón rueda a buen ritmo con los equipos enfilándose de cara a un sprint masivo. Hombres de Cofidis, Lotto y Dimension Data controlan la cabeza y preparan la llegada. Ante el arco del último kilómetro se produce una primera caída en la que están involucrados varios corredores con posibilidades de disputar la victoria. A un centenar de metros de la línea se desata la batalla. Peter Sagan, cerrado en segunda línea se abre paso por la derecha desplazando a Mark Cavendish contra las vallas, que cae derribando a los dos corredores que le suceden. Arnaud Demare se abre por la derecha para tomar la cabeza, consigue unos metros y cruza primero por delante de Alexander Kristoff, segundo, y del propio Peter Sagan, tercero.
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