LONDRES, Gran Bretaña – En el horizonte no sólo asomaba la posibilidad de adentrarse en los cuartos de final de Wimbledon. Angelique Kerber necesitaba la victoria como el respirar para conservar su condición de número uno del mundo. No había margen de error, caer en la cuarta ronda significaba despedirse del trono de la WTA. Pero esta vez debía hacerlo frente a la única jugadora que le había impedido desde 2014 adentrarse entre las ocho mejores en el All England Club: Garbiñe Muguruza. A pesar de que la alemana se adelantó en el partido, la española acabó cerrando la victoria por 4-6, 6-4, 6-4 en dos horas y 20 minutos.

La principal favorita en SW19 partía con la misión de poner fin a una racha de cuatro derrotas consecutivas que encadenaba en sus enfrentamientos directos ante la española. Aunque Kerber y Muguruza no se cruzaban en la pista desde la pasada edición de Singapur 2015, precisamente una temporada donde la No. 15 del mundo sumó todas las victorias que ha registrado ante la alemana, el guion se mantuvo inalterable también en territorio londinense.

 

Garbiñe se cuela en cuartos de final de Wimbledon por segunda vez en su carrera. Cuando lo hizo en 2015, acabó disputando el último partido por el título.

 

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