De las redes de pesca a los bóxeres Usar los desechos que se recuperan de los océanos es una tendencia creciente entre las marcas de moda y ropa, puesto que las empresas innovadoras han decidido transformarlo todo en nuevos recursos, una acertada medida con la cual es posible combatir los modelos de producción lineal.
Una prenda de vestir que se ve poco, pero no por ello es menos importante es la ropa interior; la firma danesa Guy, especializada en estas delicadas prendas acaba de desvelar que, su nueva línea está completamente fabricada con restos y desechos flotantes y que saldrá a la venta en breve.
Artículos como redes de pesca descartadas o perdidas, son elementos que matan a unos 136.000 focas, tortugas, lobos marinos y ballenas, anualmente. Pero la combinación de las redes de pesca con los residuos de plástico, tras pasar por un proceso de “despolimerización” puede crear hilos especiales, con los que Guy ha producido ropa interior de secado rápido.
Persiguiendo al sol En varias partes del mundo ya han sido instalados varios sistemas de energía solar flotantes. Un ejemplo de ello es el de Japón, que colocó la empresa Ibiden, uno de los proveedores de Apple y el del embalse de la Reina Isabel II, al sur del río Támesis. Este último era el más grande de Europa, pero los desarrolladores solares de Corea del Sur Solkiss se han propuesto instalar la planta solar giratoria más grande del mundo.
El proyecto propuesto tendrá una potencia de 2,67MW, flotará en el embalse de Deoku y girará para seguir el camino del sol durante todo el día. Los desarrolladores afirman que la planta será un 22% más eficiente en comparación con los paneles solares fijos y generará un 16% más de energía solar que una matriz flotante tradicional. También tiene planes para una ampliación a futuro: su idea es colocar plantas adicionales en el embalse de Myeoku.
Estas dos nuevas matrices solares flotantes, combinadas con la de Deoku, tendrán una capacidad productiva de 3MW. La casa de los robots La automatización está simplificando la forma en la que se trabajará, viajará y vivirá en un futuro próximo. Los supermercados disponen de autoservicios y la conducción autónoma es una innovación viable que en muy poco tiempo estará disponible.
Los investigadores de la ETH Zurich University quieren automatizar la industria de la construcción, mediante el uso de impresoras 3D y de robots. El objetivo del plan es un edificio que sea diseñado, planificado y construido, utilizando tecnología y procesos digitales. Su meta es edificar un bloque de apartamentos de tres pisos, de forma sostenible, con materiales no contaminantes y realizado por robots.
Esta construcción es parte del proyecto de fabricación digital del Centro Nacional de Competencia en Investigación (NCCR). Según los planes, la edificación culminará en 2018 en una instalación de investigación en Dubendorf y será construida por un robot con base de oruga, de casi dos metros de altura. El robot creará encofrados de malla de alambre de acero para reforzar muros de hormigón que actúan como portadores de carga, para el techo impreso en 3d. REDACCION/ECOTICIAS.COM
Fuente: Coches eléctricos