La acción del ser humano ha convertido el mar en un basurero, ha  afirmado hoy a EFE la presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés), Yolanda Kakabadse, que asiste en Chile al IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC4).

“El cambio climático y su impacto en el mar, la sobreexplotación de los recursos marinos y la contaminación de los océanos por desechos urbanos e industriales han hecho del océano el basurero de la humanidad”, ha asegurado Kakabadse.

Quien fuera también ministra de Medio Ambiente de Ecuador (1998-2000), ha advertido de que “sin el océano no hay humanos”, debido a que el 60 % de la población mundial come pescado.

Si los mares están contaminados, no se pueden resolver las necesidades alimentarias de las personas, lo que se ha vuelto una preocupación fundamental para los gobiernos, los científicos y las comunidades, ha comentado.

Congreso de conservación de océanos

Kakabadse, extitular de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), participa estos días en el mayor congreso de conservación de océanos a nivel mundial, que se desarrolla hasta el viernes en las ciudades costeras de La Serena y Coquimbo, a 460 kilómetros al norte de Santiago.

El congreso, que congrega a más de medio millar de científicos, representantes de la sociedad civil y gestores de 80 países, tiene por objetivo fortalecer las buenas prácticas en el manejo y gestión de las áreas marinas protegidas y así lograr la conservación efectiva de su biodiversidad.

Las poblaciones “necesitan unir sus esfuerzos”, por lo que este encuentro presidido por el Gobierno de Chile y la UICN se perfila como una vía para “fortalecer las voluntades y acciones de trabajo por la defensa de los mares”, que poseen los ecosistemas “más amenazados del planeta”.

 

Protección del mar

Actualmente, entre un 2 y un 5 % de los océanos están bajo algún tipo de protección, mientras WWF plantea elevar la cifra a un 30 % en los próximos años, con el propósito de regular la explotación de los recursos marinos y promover las prácticas sustentables.

Las comunidades costeras “no tienen más alternativas que el recurso marino, por lo que destruir los océanos es dejar a aquellas personas abandonadas”, según la experta, que ha agregado que la falta de oportunidades de desarrollo generan “pobreza y tensiones sociales”.

Por esta razón, se busca en el IMPAC4 impulsar la puesta en marcha de políticas sostenibles, que velen por el crecimiento económico de un país, sin despreciar su fortalecimiento ambiental, desarrollo social y diálogo entre las partes, recalcó.

Bajo esta premisa, Kakabadse ha reprochado las decisiones de algunos países que por décadas “han privilegiado el crecimiento económico inmediato”, afectando de manera irreversible el banco de recursos naturales que sustenta a la humanidad.

En contraposición, la invitada especial al IMPAC4 ha celebrado el liderazgo de Chile en materia de conservación de océanos, después de que el país se posicionara en 2016 como el quinto con más superficies marinas protegidas, con más de un millón de kilómetros cuadrados de mar en resguardo.

No obstante, ha advertido de que el ejemplo del país sudamericano “de nada vale si otras naciones vecinas u actores relevantes no están de acuerdo”.

“No se puede solucionar en solitario un problema y los gobiernos lo tienen claro. No es válido un consenso para proteger los mares sin todos los sectores presentes”, ha comentado la activista que ha asegurado que el compromiso de la industria pesquera internacional por disminuir su impacto negativo en los ecosistemas “va en aumento”.

“Hoy en día vemos los esfuerzos de los mercados a nivel mundial, al cual los consumidores le exigen sellos de sustentabilidad en productos que van más allá de los marinos. Hay un productor más responsable y un consumidor más consciente”.

Respecto de la decisión del presidente Donald Trump de dar pie atrás a la participación de Estados Unidos en el Acuerdo de París sobre cambio climático en junio pasado, Kakabadse ha resaltado que el mandatario “no representa a la sociedad estadounidense”.

“La sociedad civil y el sector empresarial han reforzado sus compromisos, por lo que el vacío dejado por Trump ha sido llenado por ellos”. Efeverde