25 de septiembre, 2017 — Si bien todavía no hay cifras exactas, un equipo de evaluación de desastres de la ONU estima que unas 65.000 personas o el 80% de la población de Dominica se habría visto impactada por el Huracán María, que arrasó la isla caribeña la semana pasada con vientos de más de 250 kilómetros por hora.

En una conexión telefónica desde Dominica durante la rueda de prensa diaria que la ONU celebra con los medios, Sergio Da Silva, miembro del equipo de Evaluación de Desastres y Coordinación de Naciones Unidas (UNDAC, por sus siglas en inglés), describió la situación que se está viviendo sobre el terreno.

“Todo el país ha sufrido daños severos. Al sobrevolar la isla se ve que todos los árboles han caído, ya no sé ve nada de verde. Hay escombros en todas partes. Las personas se han quedado sin hogar y buscan agua y comida”, dijo Da Silva.

Si bien el envío de ayuda humanitaria a Dominica por parte de las agencias de la ONU y otras ONG está incrementando, sigue habiendo aldeas remotas inaccesibles. Silva, que fue enviado a la región hace 2 semanas como parte del equipo de respuesta al huracán Irma en Barbados, destacó cuáles son las prioridades que los equipos de asistencia necesitan cubrir.

“La necesidad más urgente es agua, agua y agua. Realmente es una necesidad crucial. El agua de los ríos no se puede consumir. La mayoría de los depósitos están rotos. Las reservas en los sistemas de distribución de agua no funcionan”, explicó Da Silva.

La comida es otro problema urgente ya que las tiendas todavía no han podido reabrir sus puertas. Por último, destacó la necesidad de refugio ya que todos los techos de las construcciones que no fueran de concreto han desaparecido.

Dominica es famosa por sus 365 ríos, pero esa misma geografía que la ha hecho tan pintoresca también la ha hecho severamente susceptible a las inundaciones y los desprendimientos de tierra.