Colombia es, después de Brasil, el país más biodiverso del mundo; el 50% del territorio está cubierto por bosques, hay más de 300 ecosistemas marinos y continentales, toda una gran riqueza natural de la que es consciente el Gobierno Nacional. Por ello, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se une a la celebración del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, que se celebra cada 18 de octubre desde 1972, destacando las medidas en materia económica y de compensación ambiental se han impulsado para la preservación del medioambiente.

Colombia es uno de los países de la región que cuenta con una trayectoria de casi dos décadas en el desarrollo de proyectos de Pago por Servicios Ambientales (PSA) para promover la conservación de la biodiversidad y prevenir la degradación de los ecosistemas, asociado a la deforestación, transformación y uso inadecuado del suelo.
“Nuestras políticas van encaminadas a construir un país ambientalmente sostenible y sabemos que aún tenemos varios retos para lograrlo. Esta tarea debe ser una apuesta conjunta y coordinada del Estado, del sector empresarial y la ciudadanía en aras de proteger el patrimonio, anticipar los riesgos y prevenir los daños ambientales”, sostuvo el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo.

El Pago por Servicios Ambientales se trata de un incentivo económico en dinero o en especie para los propietarios, poseedores u ocupantes de tierras por sus acciones de preservación y restauración en áreas y ecosistemas estratégicos, mediante la celebración de acuerdos voluntarios. En la actualidad se han implementado en el país 15 iniciativas de PSA con 58.808 hectáreas conservadas y 2.439 familias beneficiarias. Las principales iniciativas han sido impulsadas por: el programa Ganadería Sostenible, con 25.270 hectáreas; el proyecto BanCO2, una iniciativa que busca que las familias que habitan estos territorios se conviertan en sus guardianes a cambio de una retribución económica, liderada por la Corporación Autónoma Regional de Río Nare (Cornare), y cuenta con 20.000 hectáreas conservadas. También se destaca el programa Conservar Sí Paga de la Gobernación de Cundinamarca, con 6.462 hectáreas.

Dentro de estas estrategias también sobresale el impuesto nacional al carbono, el cual creó el Gobierno Nacional a través de la Reforma Tributaria del año pasado, cuya finalidad es incentivar la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) al aplicarse sobre algunos combustibles fósiles. Con este tributo, a través del cual el país recauda recursos para beneficiar la gestión ambiental, también se financiarán los proyectos que hacen parte de la iniciativa Colombia Sostenible en restauración ambiental, con énfasis en ecosistemas hídricos y proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático.

En este mismo sentido, el Ministerio de Ambiente junto al Ministerio de Hacienda y Crédito Público establecieron el procedimiento para la no causación de este impuesto, a través del decreto 926 de 2017, que además reglamenta el procedimiento para certificar ser carbono neutro.

Otra medida importante que ha sensibilizado a los colombianos recientemente, es la del uso racional de las bolsas plásticas, resolución que más allá de establecer un impuesto para recaudar recursos tiene por objetivo desestimular su uso en los puntos de pago y reducir los impactos ambientales asociados con los residuos generados por las bolsas después de que dejan de usarse. La norma estableció que todas aquellas bolsas menores de 30×30 cm salieran de circulación a partir del 30 de diciembre de 2016.