La primera «minicasa ecológica» modular, desmontable, transportable y de diseño hispano francés para la acogida de refugiados podrá empezar a utilizarse, a partir del próximo lunes en el jardín de una casa particular de París en el marco de programa de acogida «In my Backyard».
Diseñada hace dos años por cuatro arquitectos formados en la Universidad de Alcalá de Henares, junto con la asociación Quatorze, la vivienda ecológica destinada a hospedar solicitantes de asilo será una realidad una vez finalice la instalación de la primera “minicasa”, que actualmente tiene lugar en las afueras de París.
La propuesta de “In my Backyard” (“En mi jardín”) fue ganadora de la primera mención de honor del concurso internacional de arquitectura social “From border to home” (“De la frontera a casa”), que se celebró en Helsinki en febrero del año pasado.
Según ha explicado a EFE uno de los arquitectos precursores de esta iniciativa y fundadores del estudio DAT Pangea, Ricardo Mayor, la vivienda es “una solución a las personas que solicitan asilo durante el periodo que están esperando la respuesta” y pretende favorecer la integración social, frente a la exclusión.
La “minicasa” para refugiados ya es una realidad en París
La primera minicasa, desmontable y transportable, estará lista el lunes en el jardín de Charlotte y Dominique, dos personas que se han ofrecido a destinar una parte de su parcela a hospedar a refugiados, a través del programa “completamente gratuito” de In my Backyard.
“Ni los que acogen, ni los que son acogidos, pagan absolutamente nada por la minivivienda”, señala Mayor, y aduce que el coste de la instalación, que oscila los 20.000 euros, lo asumen los impulsores del proyecto gracias a la financiación colaborativa.
Un modelo sostenible
Los módulos son ecológicos, pues se han producido en talleres “fablab”, que son unidades de producción a escala local, y la estructura se ha servido de maderas locales y sostenibles, como la madera Douglas, “la más utilizada y producida en Francia”, apunta el arquitecto.
Ese proceso de producción de cercanía, así como el uso de materia prima local, de un lado, “ha conseguido un ahorro importante en transporte” y, del otro, “ha generado un modelo muy sostenible”, resalta Mayor.
El aislamiento se ha conseguido gracias al cartón, un material muy eficiente para este resultado ya que, al estar compuesto por dos capas, con una capa interior ondulada, genera una cámara de aire; “el mayor aislamiento en la construcción“.
Si bien es cierto que la vivienda está diseñada para incorporar paneles solares y sistemas de reciclado de aguas, que pueden reducir hasta un 80% del uso de agua, este experto apunta que, de momento, el presupuesto no alcanza a costear esos sistemas adicionales.
Las minicasas como solución social
El tamaño de la casa es de 20 metros cuadrados, y abarca un altillo-dormitorio con espacio para una cama doble o dos individuales, un baño con ducha y un espacio de 12 metros cuadrados con cocina americana.
A las familias que pasen a vivir en las minicasas se les hará un seguimiento por parte de organizaciones sociales que trabajan con refugiados y colaboran en esta iniciativa, como ELAN y SAMU SOCIAL.
Los arquitectos aspiran a construir 50 miniviviendas en dos años, dado el bajo coste de los módulos y la “elevada demanda” de personas que quieren acoger a solicitantes de asilo en sus parcelas.
El equipo, ahora repartido entre Madrid, Barcelona y París, está ahora “intentando ver las posibilidades de desarrollo de este modelo en España“, si bien Mayor sostiene que en este país la situación es muy diferente, pues “en España el número de solicitantes de asilo es bastante menor y no hay campos de refugiados como tales”. Efeverde