Un 25 % de la población mundial, es decir, unos 1.800 millones de habitantes, toma agua contaminada con bacterias fecales, por lo que las infraestructuras de depuración son «imprescindibles» para garantizar el bienestar y la salud de las personas.
Lo ha asegurado hoy el director general de la Sociedad General de Aguas de Barcelona (Agbar) y profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad Autónoma de Barcelona, Albert Martínez Lacambra, durante la presentación de la publicación científica ‘Aquae Papers 7: El agua y los retos del siglo XXI’, de la que es autor.
El informe, realizado en colaboración con la UNED y el Colegio de Economistas de Madrid, aborda los desafíos actuales del agua, marcados por la escasez hídrica, la presión demográfica y el cambio climático.
Para el experto, los porcentajes de tratamiento de las aguas residuales “son alarmantes”, ya que sólo el 20 % de los vertidos de agua mundial es tratado, es decir, el 80 % de los vertidos “se vierte sin el menor cuidado del impacto sobre el medio ambiente y la salud humana”.
Expedientes sancionadores
El experto ha recordado que, en 2014, España fue el país con más expedientes sancionadores abiertos por la Unión Europea como consecuencia de vertidos, lo que “responde a un déficit de inversión, pues España es uno de los países con menor precio del agua en Europa”.
Martínez Lacambra ha lamentado también que el agua en España represente “sólo el 0,7 % de la cesta de los españoles, mientras que la telefonía pesa el 3 %, es decir, casi cuatro veces más”.
En relación con la escasez hídrica, el director de Agbar ha señalado que “debemos hacer un uso racional del agua y cuidar de las fuentes”, tarea que -asegura- no se lleva a cabo ya que “no prestamos ninguna atención a los acuíferos y su contaminación es alarmante”.
Además, el experto ha añadido que la agricultura utiliza el 70 % del agua y supone el 4 % del PIB y, puesto que es “imprescindible”, “debemos modernizar el regadío para hacer un uso racional del agua”.
En ese sentido, ha señalado que, en España, el 27 % del regadío no está modernizado aún y, por tanto, “se pierden entre 2.500 o 3.000 metros cúbicos de agua por hectárea”.
Otro desafío es la planificación hidráulica, que en España funciona “a golpe de mandato electoral”, mientras que “debería estar organizado con 20 años vista” ya que “muchos problemas del agua se resuelven con una buena gobernanza”, ha concluido. Efeverde