El Ministerio de Ambiente lidera la zonificación ambiental participativa, derivada del acuerdo final con las FARC y que busca contar con la perspectiva, la visión y la experiencia que organizaciones importantes, como las Zonas de Reserva Campesina (ZRC), tienen en el territorio, por eso con el apoyo del PNUD se realizó un taller con líderes de diferentes ZRC y regiones del país.

Derivado de uno de los puntos del Acuerdo de Paz, específicamente lo relacionado con la reforma rural integral, el Ministerio de Ambiente está liderando la tarea de adelantar un plan de zonificación ambiental: “Este plan debe incluir unas alternativas productivas para la gente que está en las áreas de especial interés ambiental, debe identificar esas áreas y trabajar conjuntamente con entidades del sector agropecuario”, explica Luis Alfonso Sierra, coordinador de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Para Jimena Puyana, directora de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la gestión territorial no se puede hacer, si no se tiene en cuenta la dimensión ambiental, “porque la sostenibilidad de los territorios, de las actividades productivas, de las expectativas que tiene la gente, pasan justamente por la sostenibilidad de los temas ambientales; para que haya agua, para que hayan suelos productivos, para que haya unos bosques y también, porque esa agua, esos suelos y esos bosques respondan en términos de sus usos a las expectativas de las personas”.

Para los campesinos es muy importante que esta zonificación y su ejercicio sean incluyentes y participativos, tal como lo explica César Jerez, representante de la Asociación de Reservas Campesinas, quien aseguró que “de esa manera vamos a tener una relación directa entre la propuesta técnica y las soluciones que se requieren en cada uno de los territorios.

Adicionalmente, el líder agregó que gracias al intercambio de experiencias del taller realizado con técnicos de diferentes entidades del sector público del nivel nacional “nos vamos a dar cuenta de que muchos de los conflictos que hay entre las propuestas institucionales de ordenamiento ambiental y territorial y los campesinos, se pueden solucionar si nosotros conocemos qué es la restauración, cómo se benefician los campesinos, qué es lo que es estrictamente necesario conservar, cómo se benefician los campesinos de la conservación y cómo los usos sostenibles son la posibilidad de solucionar conflictos en zonas de reserva forestal, en parques nacionales, en distritos de manejo y en páramos”.

Líderes como Angela Corredor, de la Zona de Reserva Campesina del Valle del río Cimitarra, consideran que estas iniciativas son fundamentales para las comunidades, por todo lo que significan: “Uno de los logros más importantes de la paz es poder sentarse a hablar desde esos diferentes puntos de vista, el que tiene la institución, los tienen otras experiencias organizativas y los campesinos que han colonizado las zonas, donde ha habido conflicto armado”.

Para ella y muchos de sus compañeros, el logro más grande es poder sentarse en un diálogo con las instituciones y construir colectivamente. “Podemos conservar y consolidar una economía campesina que les garantice condiciones de vida digna no sólo a nosotros, sino a las futuras generaciones”, explicó la líder.

Este espacio fue estratégico para el ordenamiento ambiental del territorio y para establecer puentes entre las comunidades y las entidades públicas y para impulsar el desarrollo sostenible en el país: “La paz no es abstracta, la paz es concreta y la paz tiene que ver con los territorios”, señaló Sierra.