Pese a que hace ya siete años que la Volta Ciclista a Catalunya celebró su centenario, la edición de 2018 será la 98ª en la historia de la tercera prueba por etapas más longeva del mundo -tras el Tour y el Giro-. Alejandro Valverde y Movistar Team defenderán su brillantísima victoria del año pasado en un recorrido con más montaña todavía que otras ediciones, nada menos que tres etapas, y sin pruebas cronometradas, lo que convertirá los Pirineos en muy decisivos.
Antes de llegar a dicha cordillera, los ciclistas tendrán que superar dos etapas con finales nada sencillos. El lunes 19 espera el habitual bucle alrededor de Calella (152 km), subiendo y -sobre todo- bajando Collsacreu (3ª). El martes 20 se acaba en Valls, patria del tristemente desaparecido Xavi Tondo, tras superar el Coll de Lilla (3ª), de carretera amplia y porcentajes generosos pero a solo 10 km de meta.
El miércoles 21 dará comienzo el durísimo tríptico de mitad de carrera. La tercera etapa concluirá en Vallter 2000 (Especial) -cuyo último tránsito ofreció un triunfo de etapa a Nairo Quintana, en 2013-, tras 199 km con los pasos previos por Bracons (1ª), Oix (1ª) y Rocabruna (1ª). El jueves 22, la carrera regresará como en años anteriores a La Molina (1ª), con el Jou (1ª) y la Creueta (Especial) en la segunda mitad de recorrido. Y en la quinta fracción (viernes 23), una etapa muy larga: 212 km hasta Vielha con Cantó (Especial), Creu de Perves (1ª) y la subida no puntuable hacia el Túnel de la capital de la Val d’Aran, que concluye a 16 kilómetros de la llegada.
El fin de semana traerá la opción más clara de la carrera para un sprint -194 km con final plano en Torrefarrera, el sábado 24- y la siempre llamativa y espectacular etapa de Montjuïc, con ocho vueltas sobre las rampas de la ‘Montaña Mágica’para cerrar la séptima etapa (154 km) y la ronda catalana.