Novak Djokovic siempre ha encontrado la manera de jugar un gran tenis. Así llegó al No. 1 del Ranking ATP y ocupó el puesto de cabeza durante 223 semanas en su carrera. Así es como ha levantado 30 títulos ATP World Tour Masters 1000, al igual que Rafael Nadal. Y así es como había vencido en 30 de sus últimos 31 partidos en el Miami Open presented by Itaú, donde ha alzado seis coronas.
No obstante, desde una lesión de codo mantuviera al serbio fuera de competición los últimos seis meses de la pasada temporada, Novak ha tenido dificultades para encontrar un gran nivel de tenis. En la tarde del viernes sumó su tercera derrota consecutiva, algo que no sucedía desde finales de 2007, cuando perdió sus últimos cinco encuentros.
“Lo estoy intentando pero no está funcionando. Eso es todo”, reconoció Djokovic tras ceder en dos mangas ante Benoit Paire. “No me siento bien al jugar de esta manera. Por supuesto, me encantaría jugar como quiero. Es algo imposible en este momento. Perdí ante un jugador superior”.
Siendo justos, Djokovic únicamente ha disputado tres torneos desde Wimbledon 2017, de manera que no ha acumulado demasiados partidos. Seis, para ser exactos. En el pasado siempre ha encontrado una vía para solventar partidos completados en el pasado, pero el serbio ha perdido esa capacidad este año. El noveno cabeza de serie apareció dispuesto a cambiar su suerte ante Paire en el segundo set al ganar ocho puntos en nueve intercambios para recuperar una rotura y amenazar el saque del francés. Pero poco después, sin embargo, el partido estaba terminado. Y no a su favor.
“Creo que comencé bien el partido, durante los seis primeros juegos. Después me quedé sin energía”, admitió Djokovic. “Él estaba sacando bien, no era capaz de romperle. Conectó los golpes adecuados en el momento justo. Todo sucedió bastante rápido”.
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