Que la elaboración sea artesana proporciona un valor añadido al producto, que puede estar hecho con ingredientes 100% naturales o ecológicos aunque no siempre es así.
De hecho, encontramos pocos jabones en el mercado que cumplan estas características.
La mayoría están hechos de lo que se denomina “virutas de jabón” o hechos con algún tipo de maquinaria.
El proceso de saponificación en frío garantiza que los jabones mantienen todas sus propiedades, especialmente que los aceites esenciales no pierden sus virtudes terapéuticas ni cosméticas pues no han sido sometidos a calentamiento.
Los que están hechos a mano y se pueden llamar artesanales es porque han sido elaborados mediante el proceso de saponificación en frío.
Si son 100% artesanos, deben estar cortados al hilo y envueltos a mano, así debe ser hasta el último detalle para que cuando regalemos un jabón artesanal ofrezcamos un valor añadido: tiempo, esfuerzo y una pieza única.
El proceso de saponificación en frío garantiza que los jabones mantienen todas sus propiedades, especialmente que los aceites esenciales no pierden sus virtudes terapéuticas ni cosméticas pues no han sido sometidos a calentamiento.
Estos jabones, además, suelen estar curados al sol, es decir que tienen un proceso más o menos largo de secado al aire libre completamente natural.
Usos del Jabón Artesanal Cosmético
Era habitual, hace años, hacer jabones artesanales a base de aceites reciclados para consumo propio. Este jabón tiene una larga tradición y solía usarse para limpieza del hogar, lavado de ropa, etc.
Actualmente un jabón artesanal apto para cosmética debe respetar la piel al máximo, y ser apto para todo tipo de pieles con problemas.
Mejor aún si se trata de Mejor aún si se trata de jabones naturales y ecológicos: a veces no están certificados, pues suelen estar fabricados en talleres y pequeñas empresas artesanales.
Pero los ingredientes son naturales y un porcentaje de ellos procede de la agricultura orgánica. Los más habituales de los jabones artesanales cosméticos son los siguientes:
Como regalo. Los jabones artesanales para bodas, para eventos de empresa o comuniones son un regalo habitual: al ser una pieza única y no haber dos iguales, un jabón artesano es un obsequio de precio reducido y alto valor simbólico, además útil.
Champú sólido. De gran tradición en los países nórdicos, el jabón de ortiga, romero o tomillo se usa para lavar el cabello por su economía y duración.
Jabón de manos, especialmente el de lavanda, por su poder antiséptico, o para tratamientos especiales, como el jabón de argán o de rosa mosqueta que hidrata profundamente la piel del rostro. Muy apreciado es también el jabón de leche de burra, legendario por sus propiedades rejuvenecedoras que las leyendas entorno a los baños de Cleopatra han hecho pasar a la Historia.
Los ingredientes de los Jabones Artesanales
Los jabones artesanales pueden ser elaborados a base de aceite de coco, de palma, de oliva u otros aceites.
Cuando se usa aceite de oliva, y más si es aceite de oliva virgen extra, el jabón tiene una textura única y unas cualidades cosméticas superiores, pues no reseca la piel y es rico en vitamina E.
Este ingrediente tan mediterráneo hace, sin embargo, que sea un jabón de precio más elevado.
Al aceite de base se añaden otros ingredientes.
Entre los jabones artesanales más apreciados están los de Leche de Burra o Leche de cabra, así como los clásicos de lavanda, rosa mosqueta o romero.
Merece una mención especial el jabón de aceite de oliva puro, pues es un jabón apto para todas las pieles, para niños, para pieles hipersensibles y para personas intolerantes y con síndromes como la sensibilidad química múltiple.
¿Cómo saber si son auténticos?
Un jabón artesanal se reconoce en principio por la forma: cada pieza es única, por tanto es irregular y cada jabón es una pequeña joya. No hay dos iguales.
Pero cuando compramos un jabón artesanal cosmético, lo lógico es que queramos que sea 100% natural y, a ser posible, que contenga ingredientes de la agricultura ecológica.
Para saberlo, basta con leer atentamente la fórmula. Un jabón artesanal natural sólo contiene:
- El aceite que se ha utilizado y solidificado en la saponificación (de coco, de palma, de oliva…)
- Los aceites esenciales naturales que le aportan aroma y propiedades terapéuticas y cosméticas.
- Vegetales que pueden aportarle el color deseado o una textura especial
- Hidróxido de Sodio como residuo derivado del proceso natural de saponificación
Como colorantes utiliza vegetales como el índigo, y nunca colorantes sintéticos ni ingredientes artificiales, y mucho menos ingredientes tóxicos como las parafinas.
Un jabón artesanal natural no huele en exceso, al contrario, tiene un aroma muy suave y natural.
Lo ideal es que, además, tenga un porcentaje de ingredientes procedentes de la agricultura orgánica.
Y, por supuesto, que ninguno de los ingredientes esté testado en animales y que no contenga ni parabenos ni derivados del petróleo ni ftalatos que actúan como disruptores hormonales.
Combinaciones para todos los gustos
Los jabones artesanales están y estarán siempre de moda, y en su elaboración se mezclan ingredientes de todo tipo.
Los hay casi “experimentales”: jabones de chocolate, de café, de cereales. Otros son más clásicos, como los jabones que combinan diversos tipos de rosa, el jabón de caléndula o el jabón de lavanda.
Y tenemos también jabones de leche de burra y seda, jabones de naranja y vainilla, jabones de hierbas aromáticas mezcladas, combinaciones, todas ellas, que son originales y atractivas pero que llevan años teniendo éxito por sus efectos sobre la piel o el cabello y por sus aromas especialmente logrados.
Si hay que elegir un jabón artesanal, ahora ya sabes cuáles son sus características y qué debes esperar
Por: ECOticias.com / Red / Agencias