Una final anticipada en el Mutua Madrid Open. En una reedición del partido por la copa de 2017, Rafael Nadal y Dominic Thiem remarcaron en el Estadio Manolo Santana su condición de referentes sobre tierra batida. La fortaleza sobre la superficie más lenta del circuito fue mostrada en un encuentro formidable, una lucha abierta entre dos de los principales candidatos a levantar el trofeo en la capital española.

El austriaco desmontó por 7-5, 6-3 el juego de Rafael Nadal para avanzar a las semifinales del Mutua Madrid Open, superando un partido calificado de ‘clave’ por el mallorquín antes de saltar a pista. Así, y tras acabar con la racha de 21 victorias consecutivas sobre tierra batida del cinco veces campeón, Thiem se cita con el sudafricano Kevin Anderson para buscar una plaza en la final del domingo.

“Es el mejor jugador en tierra de todos los tiempos, de manera que es una victoria muy especial. Ha sido mi mejor partido en mucho tiempo”, valoró Thiem. “Si jugaba normal perdería, así que necesitaba tiros especiales“, indicó el austriaco tras culminar el partido con 27 tiros ganadores, una cifra magnífica ante Nadal en la superficie más lenta del circuito. “Conecté muchas derechas paralelas porque necesitaba plantear  un partido muy agresivo”.

Ante uno de sus mayores rivales sobre polvo de ladrillo encontró Nadal un encuentro lleno de amenazas. La posibilidad de desafiar al vigente campeón fue suficiente estímulo para Thiem, que apenas necesitó un turno al resto para generar pelotas de rotura. Su poderoso juego desde el fondo cuestionó el dominio de Nadal, al que superó en ritmo de pelota en ciertas fases del partido.

“Hace dos semanas apenas hice dos juegos ante él el Montecarlo. Si puedes batirle en algún sitio sobre tierra batida es aquí y en Roma. Salí a pista con la convicción de poder ganar”, reconoció Thiem, que situó el 3-6 en el histórico particular de enfrentamientos ante el español.

El final del primer set ilustró la confianza el jugador austriaco. Al servir para cerrar la primera manga (5-4) Thiem se encontró con la supervivencia de Nadal y lejos de desfallecer resistió al desafío. La primera pelota de set desapareció de la manera más cruel posible: una potente derecha paralela de Thiem no encontró la pista por centímetros, una oportunidad que Rafa aprovechó de inmediato para igualar la manga (5-5) y volver al duelo. Algo que remarcó lo ya conocido: para resistir Nadal apenas necesita un resquicio. Sin embargo, y mostrando una fe absoluta, Thiem cerró los últimos dos juegos del set para inclinar a su favor el partido.

El austriaco Thiem, el último jugador capaz de arañar un parcial sobre tierra batida a Nadal (Roma 2017), volvió a lograr lo imposible dejando en 50 mangas consecutivas la histórica marca del español.

La velocidad en la segunda manga nunca fue un problema para Dominic, decidido a completar la tarea en línea recta en casa de su oponente. La situación se repitió por fases: aunque Thiem vio reducida a cenizas su ventaja ante Nadal (del 1-3 al 3-3), el austriaco consiguió retomar el control y sellar los últimos tres juegos del partido hasta certificar la victoria.

El triunfo supuso un refuerzo en el estado anímico del austriaco, aspirante esta semana a la primera corona ATP World Tour Masters 1000 de su carrera. Doce meses después de pisar su primera final de la categoría en el Mutua Madrid Open, Thiem vuelve a soñar en la Caja Mágica.

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