Unas 8.000 tortugas lora llegaron a anidar este fin de semana en las orillas del santuario tortuguero «Playa de Rancho Nuevo», ubicado en el estado de Tamaulipas, que constituye el número más grande desde 2011, informó hoy el Gobierno mexicano.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) explicó que este fenómeno -conocido como arribazón– solo se ha manifestado en cantidades tan altas otras dos veces en la historia, una en 2011 y la primera en 1947.
Las tortugas esta vez, siendo el tercer arribazón de la temporada 2018, anidaron masivamente en una extensión de apenas 500 metros.
En el registro de anidaciones destacadas en los últimos años se reporta un incremento en la cantidad de ejemplares que llegan a estas costas.
Durante la temporada 2016 arribaron 4.357 tortugas lora, mientras que en 2017 se calcularon cerca de cinco mil, cifras inferiores a las 8.000 de esta vez.
Al detectar a las Lepidochelys kempii, personal de campo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), junto con pobladores, voluntarios y técnicos de diversas instituciones se coordinaron para la reubicación de ejemplares en 1.349 nidos a corrales para su protección.
El resto “se mantendrán in situ en las zonas de concentración y bajo vigilancia diaria”.
Masiva y sincrónica
Una característica que destaca en esta especie es su conducta de anidación, pues procede de manera masiva y sincrónica, a plena luz del día entre los meses de abril y junio.
La tortuga lora se encuentra en peligro de extinción desde 2010 junto a la tortuga golfina, según indica la norma oficial mexicana.
Estas son las dos únicas especies que llevan a cabo la llegada masiva a las playas para anidar.
El santuario tortuguero “Playa de Rancho Nuevo” es un Área Natural Protegida (ANP), ubicada en una zona costera de Tamaulipas y muy rica en diversidad biológica, con humedales y manglares considerados de vital importancia ecológica.
Entre la flora más representativa destacan, además de las tortugas, varias especies de mangles considerados en alguna categoría de riesgo como el mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle rojo (Rhizophora mangle), botoncillo (Conocarpus erectus) y mangle negro (Avicennia germinans). EFEverde