- Por primera vez, Uruguay ganó los 3 partidos de grupo
- La Celeste enfrenta a Portugal en los octavos
Por Florencia Simoes, con Uruguay
La Celeste culminó una fase de grupos perfecta en Rusia 2018. Por primera vez, ganó los tres partidos, para conquistar el primer puesto del Grupo A, con cinco goles a favor y cero en contra.
Pero en un Mundial no hay tiempo para descansar, y los dirigidos por Óscar Tabárez ya trabajan para continuar con el éxito, ahora en octavos de final, ante Portugal.
¿Podrá Uruguay seguir haciendo historia? Analizamos las tres razones que dan paso al optimismo.
Combinación entre experiencia y juventud
“En el plantel hay una mezcla de juventud y experiencia. Es una linda conexión que hay que demostrar en la convivencia y adentro de la cancha”, reconoció Luis Suárez.
Uruguay tiene una media de 28 años y 2 meses. Es uno de los equipos más jóvenes de los que quedan en competición, concretamente, es el 6º combinado más joven de 16 supervivientes.
El maestro Tabárez apostó por la incorporación de caras nuevas como Matías Vecino, Diego Laxalt, Rodrigo Bentancur y Lucas Torreira, que le permite a los charrúas tener recambios jóvenes en sus tres líneas de juego. Pero con la confianza que conlleva ser titulares tanto en sus clubes, como en la selección.
El complemento perfecto son los veteranos como Luis Suárez, Edinson Cavani, Cristian Rodríguez y Maximiliano Pereira.
La confianza en sus virtudes
Uruguay sabe cuáles son sus puntos altos. La defensa es una de las principales fortalezas del equipo. El arquero Fernando Muslera todavía no ha recibido goles en esta competición.
La pelota quieta y el juego aéreo son virtudes que Tabárez siempre explotó al máximo. Pero eso no sería posible sin buenos ejecutantes como Sánchez o Suárez, y hombres de peso a la hora de cabecear como Godín, Giménez o Cáceres.
De los cinco goles de los charrúas en Rusia 2018, tres fueron por esta vía: uno de cabeza, otro tras un córner y el tercero de tiro libre.
El apoyo de los suyos
Pocas cosas mueven más a los uruguayos que el fútbol. Por eso miles de aficionados charrúas se hacen sentir en cada ciudad donde juega Uruguay, demostrándole al mundo el sentimiento por los colores celestes.
“Hay algo que sigue vivo, se renueva la ilusión y en el último suspiro… Ay Celeste regálame un sol,” retumbaba desde las tribunas del Samara Arena, cuando los jugadores charrúas se acercaron a saludar a los hinchas una vez terminado el partido, fomentando un ambiente de emoción y alegría increíble.
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