Por sus trabajos de capacitación ambiental y desarrollo tecnológico dirigido a comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Luis Bernardo López Sosa obtuvo el Premio al Mérito Ecológico 2018.
El oriundo de la comunidad indígena de Naranja de Tapia, perteneciente al municipio de Zacapu, Michoacán, fue reconocido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la Categoría de Jóvenes (de 18 a 29 años de edad), donde participaron más de 250 aspirantes.
La razón por la que le otorgaron este reconocimiento a nivel nacional se debe a su relevante trabajo en materia de cambio climático, a través del desarrollo y aplicación de energías renovables y la innovación de ecotecnologías en comunidades indígenas, lo que se ha traducido en un gran impacto social y ambiental a nivel local, señaló la dependencia en su carta de selección.
Bernardo López es un joven destacado que ha trabajado por hacer más armónica la relación de la tecnología con las dinámicas de las comunidades indígenas.
“En particular, me dedico a la capacitación en materia ambiental, fomentando el aprovechamiento sustentable de la energía para el sector residencial, e incentivando el desarrollo científico y tecnológico de nuevos dispositivos que puedan mitigar impactos ambientales. Desde el CEJUDE (Centro Juvenil para el Desarrollo de Ecotecnias) capacitamos a miles de jóvenes y adultos en los temas mencionados.
Bernardo López es un joven destacado que ha trabajado por hacer más armónica la relación de la tecnología con las dinámicas de las comunidades indígenas.
Yo busco articular la ciencia con los grupos vulnerables y el medio ambiente. Por eso, considero que las acciones deben ser articuladas. Necesitamos hacer coincidir a los actores involucrados en materia ambiental, y en este aspecto, ninguno estamos exento de asumir el compromiso con nuestra casa común, el medio ambiente”, menciona en entrevista.
Afirma que algo muy importante es que gran parte de lo que realiza se hace de forma coordinada con otros proyectos, programas, investigadores, universidades y comunidades. Esto porque él tiene el objetivo de contribuir a la creación de tecnología con sentido ambiental y humano, donde todos estén involucrados con las problemáticas de la actualidad.
Tal es el caso de los proyectos de desarrollo de tecnologías solares térmicas a cargo del doctor Mauricio González Avilés, donde apoya en diversas áreas, así como proyectos de desarrollo tecnológico coadyuvando el quehacer de instituciones como la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y Universidad Nacional Autónoma de México.
Para Bernardo López, representar a los jóvenes mexicanos en términos de sustentabilidad significa una gran responsabilidad.
“En México, poco más de 30 millones de personas son jóvenes (por la categoría que les marca su edad). Pienso que si no se tiene una sensibilización y conocimiento sobre el estatus que guarda actualmente nuestro medio ambiente y las acciones que podemos realizar para mitigar el impacto del presente cambio climático antropogénico, esta mayoría de la población, los jóvenes, en pocos años se convertirá en la mayoría de adultos que dirigen el rumbo de un país (muchos ya lo están haciendo), quienes tomarán decisiones y realizarán acciones sobre política, economía, ciencia y tecnología en materia ambiental, todo sin el mínimo respeto por el medio ambiente”.
Considera que la medalla de plata es el recordatorio del compromiso que siente con su trabajo, el agradecimiento y las ganas de cambiar el panorama ambiental.
“En particular, pretendo fomentar la reducción del impacto ambiental asociado al consumo de combustibles convencionales, proporcionando alternativas sustentables para satisfacer necesidades, así como incentivar el aprovechamiento de los recursos naturales de forma sostenible, pero con una perspectiva y paradigma justo y asequible. No se trata de generar tecnología, capacitación o ciencia per se, considero que debemos encauzar nuestro actuar con sentido ambiental y humano”.
Toma como referente la Agenda 2030, que plantea 17 objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible, que abarcan las esferas económica, social y ambiental, y que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia, señala. “En Michoacán ya se tiene una estrategia encaminada al cumplimiento de esta agenda, hace falta sumarnos para que el contexto que pretendemos sea la construcción de un Michoacán próspero, justo y sustentable, ese es mi objetivo”.
Para el joven investigador, el cuidado del medio ambiente no debe regirse por estrategias políticas, manifiestos sociales o posturas económicas, sino que debe ser una forma de vivir, actuar y ser. “Es una forma de vivir y de ser. Satisfacer las necesidades humanas de forma asequible, justa y sostenida, preservando el cuidado de los recursos naturales y coexistiendo como parte de un hábitat, nuestro planeta Tierra”.
El Premio al Mérito Ecológico tiene el objetivo de reconocer a mujeres, hombres, grupos comunitarios, instituciones públicas y privadas, así como a organizaciones de la sociedad civil que realicen actividades de impacto en materia ambiental para impulsar el desarrollo sustentable. Se realiza anualmente desde 1993, este año se hizo a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), que busca hacer más rápida y eficiente la transición a modelos de sustentabilidad nacional.
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