Los termómetros belgas registraron una temperatura media de 19,8 grados durante los meses de junio, julio y agosto, una cifra dos grados superior a la media estacional y que supone el verano de 2018 como el más caluroso de la historia del país desde que comenzaron los registros, en 1833.
“Ha sido el verano más cálido registrado en Bélgica”, afirmó el meteorólogo David Dehenauw, del Real Instituto Meteorológico belga, en declaraciones recogidas por el diario Le Soir.
El récord anterior databa de 2003, cuando los tres meses estivales registraron una media de 19,7 grados.
Según los datos del organismo, julio ha sido el segundo mes más caluroso de la historia de Bélgica con 22 grados de media, mientras que la temperatura media en junio fue de 18,1 grados y en agosto, de 19,5 grados.
El verano de 2018 también ha sido uno de los más secos de la historia del país, ya que tan solo se han registrado 20 días de lluvia (cuatro en junio, cinco en julio y once en agosto), muy cerca del récord de 1835, en el que hubo 18 jornadas con precipitaciones.
A finales de julio, los centros comerciales agotaron sus existencias de aires acondicionados y ventiladores, e incluso las piscinas al aire libre llenaron su aforo, algo excepcional en Bélgica. EFEverde