Como se conoce, la basura, es decir los desechos orgánicos e inorgánicos en conjunción emiten gases conocidos como biogases que pueden ser aprovechados como energía, lo que es usado por el gobierno de la ciudad mexicana de Monterrey para mover el metro de la urbe.
En 2006 se comenzó a implementar este programa conocido como “Monterrey Cinco” y el metro ahora funciona en un 80% usando bioenergía que proviene de los desechos de los ciudadanos. Un dato reconfortante sobre la rentabilidad de las nuevas energías: el gobierno ha llegado a ahorrar hasta 8.6 millones de pesos al año en comparación con el anterior sistema.
Con la energía generada por la basura no sólo se abastece al metro sino también algunos alumbrados públicos, el museo Paseo Santa Lucía y algunos edificios estatales. Para ello se construyó una planta de generación de energía de cinco motogeneradores con capacidad de 5.3 megavatios.
Se trata de un ejemplo poco publicitado en el país sobre las opciones de generación de energía más limpia que paulatinamente saltan, más frecuentes e inspiradoras, en un mundo que exige la transformación de nuestros hábitos energéticos.
de Ecoosfera.com