MELBOURNE, Australia – Hace un año, Naomi Osaka ocupaba el puesto número 72 en el mundo y aún perseguía su primer título de la WTA. Un año después, la campeona del US Open de 21 años está a una victoria de convertirse en la primera jugadora japonesa en obtener el ranking No. 1 del mundo y la primera jugadora desde Jennifer Capriati en ganar el próximo Slam después de su primer Grand Slam.
«Es un poco irreal», dijo Osaka a los periodistas después de gran victoria 6-2, 4-6, 6-4 sobre la No.8 Karolina Pliskova en las semifinales. «Al mismo tiempo, me doy cuenta del trabajo que hice durante la pretemporada En cada partido que jugué, hice mi mejor esfuerzo. Sentí que era un esfuerzo continuo».
«Sí, quiero decir, no puedo creerlo, pero al mismo tiempo es la realidad en la que estoy ahora, así que solo puedo seguir adelante desde aquí».
Mientras que su rival del sábado, la No.6 Petra Kvitova aún no ha perdido un set en Melbourne, Osaka ha tenido que luchar a través de una serie de rivales difíciles. Ella fue llevada a tres sets por Hsieh Su-Wei, Anastasia Sevastova y Pliskova. En cada combate, se vio obligada a armarse de valor contra las dudas que solían acosarla en momentos difíciles.
«Creo que para mí se trata de la experiencia», dijo Osaka. «He estado en la tercera ronda. Estuve atrapada allí durante dos años. Tan pronto como pude librarme de eso, ahora estoy aquí otra vez, creo que es solo experiencia y un problema de confianza para mí, siempre se siente así.
«Me encantaría decir que estoy bien, pero literalmente estoy jugando contra las mejores jugadoras del mundo, y he jugado tres sets la mayor parte del tiempo. Es más como una batalla de voluntad en este momento».
«Lo que saco de esto es que nunca me di por vencida, y eso es algo de lo que estoy realmente orgullosa. Hay momentos en el partido en los que pensé: Esto se está acercando mucho. Pensé que no lo haría. «No me perdono si tuviera, como, un pequeño desliz o un momento de aceptar la derrota».
«Siempre que tengo una derrota dura, como Brisbane fue la última derrota dura que tuve, siento que aprendo mucho de ella. Lo más importante que quité de esa derrota fue el hecho de que realmente no lo intenté al 100%». Acabo de aceptar el hecho de que iba a perder.
«Para mí, en este torneo, no estaba realmente concentrada en ganar. Sólo quería asegurarme de que lo intentaba al 100% en todos los puntos. Todavía estoy aquí, así que afortunadamente eso está funcionando».
Será una batalla de rachas la final del sábado, que determinará la nuevoaNo. 1 del mundo de la WTA. La ganadora eliminará a la actual número 1 Simona Halep en el primer lugar el lunes. Kvitova tiene una racha de 11 victorias consecutivas después de su victoria por 7-6 (2), 6-0 sobre Danielle Collins en la semifinal, mientras que Osaka disfruta de una racha de 13 victorias consecutivas en los Slams. Es la racha ganadora en un Slam más larga desde las temporadas de Serena William «Serena Slam» en 2014 y 2015.
«Quiero decir, nunca hemos jugado antes», dijo Osaka. «Creo que tener la oportunidad de jugar con ella por primera vez en una final de un Grand Slam es algo muy sorprendente».
«La he visto jugar la final de Wimbledon. Sé que es una gran jugadora. Definitivamente va a ser muy difícil para mí».
Petra Kvitova, la bicampeona de Wimbledon, quien lideró la gira en títulos la temporada pasada con cinco títulos, es una incondicional en las finales de torneos. La checa ha ganado sus últimos ocho partidos por el trofeo y está invicta en las finales de Slam (2-0). Será una tarea difícil para Osaka, que jugará en su tercera final de los últimos cinco meses, pero Osaka dice que no se distraerá con las grandes apuestas del partido.
«Por supuesto, creo que es increíble si pudiera ser la número uno», dijo Osaka. «Para mí, solo pienso en este torneo, en cada partido y en cada paso que me acerca al ranking. No creo que nadie juegue un torneo y piense de inmediato que quieren ser No. 1. Creo que solo piensan en el objetivo, que es ganar el torneo.
«Para mí, el año pasado ocupé el puesto 70, creo. Estoy muy contenta de estar en la posición en la que estoy ahora, y no lo voy a dar por sentado».
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