La salud es un derecho humano; es hora de que todas las personas gocen de salud.
Sabemos que la cobertura sanitaria universal es posible; ¡hagámosla realidad!
La cobertura sanitaria universal significa que todas las personas tienen acceso a los servicios de salud de calidad que necesitan, cuando y donde los necesitan, sin sufrir por ello dificultades financieras.
Al menos la mitad de la población mundial no recibe los servicios de salud que necesita.
Alrededor de 100 millones de personas se ven sumidas en la pobreza extrema cada año debido a los gastos directos en salud.
Ahora bien, ¿quiénes son esas personas y cómo podemos ayudarlas? Para tener una mejor idea de quién se está quedando fuera, necesitamos datos desglosados por sexo, edad, ingresos, ubicación, educación y otros factores que afectan al acceso a los servicios de salud.
La salud es un derecho humano; todas las personas deberían tener la información y los servicios que necesitan para cuidar de su propia salud y de la salud de sus familiares.
Una atención primaria de la salud de calidad y accesible es la base de la cobertura sanitaria universal.
Una atención de la salud poco segura y de baja calidad arruina vidas y cuesta al mundo billones de dólares cada año, por lo que debemos hacer más para mejorar la calidad y seguridad de los servicios de salud a nivel mundial.
La atención primaria de la salud debería ser el primer nivel de contacto con el sistema de salud, el ámbito donde las personas, las familias y las comunidades reciben la mayor parte de la atención sanitaria (desde la promoción y la prevención hasta el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos) lo más cerca posible de donde viven y trabajan.
Esencialmente, la atención primaria de la salud consiste en cuidar a las personas y ayudarlas a mejorar su salud o a mantener su bienestar, en lugar de limitarse a tratar una sola enfermedad o afección.
La atención primaria de la salud cubre la mayoría de sus necesidades sanitarias a lo largo de su vida, con inclusión de servicios tales como las pruebas de cribado para detectar problemas de salud, la vacunación, la comunicación de información sobre cómo prevenir enfermedades, la planificación familiar, el tratamiento de afecciones crónicas o de corta duración, la coordinación con otros niveles de atención y la rehabilitación.
La atención primaria de la salud es una forma costoeficaz y equitativa de prestar servicios de salud y ayudar a los países a avanzar hacia la cobertura sanitaria universal.
Un sistema sanitario con una atención primaria de salud sólida contribuye a la obtención de mejores resultados sanitarios, es costoeficaz y mejora la calidad de la atención.
Los profesionales sanitarios tienen un papel crucial que desempeñar informando a los pacientes sobre cómo cuidar de su salud, coordinando la atención y defendiendo las necesidades de sus pacientes ante los administradores de los centros de salud y los responsables de la formulación de políticas.
Los profesionales de atención primaria de la salud tienen una relación continua y de confianza con sus pacientes y conocen su historial médico; conocer el panorama completo les ayuda a mejorar la atención que prestan y ahorra dinero.
Los profesionales de atención primaria de la salud conocen las tradiciones, culturas y prácticas de sus comunidades, lo que los hace indispensables en brotes o emergencias.
Si queremos que la salud para todos sea una realidad, necesitamos: personas y comunidades que tengan acceso a servicios de salud de alta calidad para que puedan cuidar de su propia salud y de la salud de sus familiares; profesionales sanitarios cualificados que proporcionen una atención de calidad centrada en las personas; y responsables de la formulación de políticas comprometidos a invertir en la atención primaria de la salud.