Un nuevo estudio muestra que la familia de dibujos animados estaba a la vanguardia al usar un auto volador para transportarse.

Varias compañías e incluso agencias como la NASA han estado luchando para crear autos voladores, con la esperanza de lanzar el servicio en la próxima década, y eso puede ser parte de la respuesta para ayudar a frenar el cambio climático, según un nuevo estudio.

El estudio, publicado el martes en la revista Nature Communications por autores del Centro de Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan y la compañía Ford Motor, comparó el uso de energía de la versión eléctrica de los autos voladores, conocida como avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical o VTOL, a la de los automóviles tradicionales y eléctricos. El estudio también examinó el aspecto del ahorro de tiempo de los vehículos y su uso general de energía.

No es como tener un auto en el garaje que resulta tener alas. Los VTOL están en fase de prototipo y ninguno está disponible comercialmente.

Hay diferentes estilos en la fabricación. Un ejemplo es el modelo de Uber, que propende por taxis aéreos que pueden viajar a más de 250 a 320 kilómetros por hora a una altitud de entre 300 y 600 metros, con una batería que puede durar hasta 100 kilómetros antes de necesitar recargarse.

Según el nuevo estudio, completamente cargados con un piloto y tres pasajeros, los autos eléctricos voladores tendrían aproximadamente un 52% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los automóviles tradicionales y generarían un 6% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los automóviles eléctricos en viajes de 100 kilómetros.

Los investigadores utilizaron la información disponible públicamente de las compañías que han creado estos prototipos para crear un modelo que calcula la cantidad de energía que usarían y la cantidad de gases de efecto invernadero que generarían.

“Crecí viendo ‘Los Supersónicos’. Ver que esto se convierta en una realidad es realmente impresionante “, dijo el coautor del estudio Gregory A. Keoleian, director del Centro de Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan. “Quedamos muy sorprendidos con los resultados”.

El estudio encontró que los autos voladores no serían necesariamente más sostenibles en un viaje corto en comparación con los vehículos eléctricos, pero serían una buena alternativa sostenible para viajes más largos.

“Las implicaciones energéticas del despegue y el aterrizaje son inherentemente más altas que las del recorrido”, dijo Noah Furbush, un estudiante graduado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Michigan que trabajó en el estudio. “Así que tratamos de limitar el tiempo que pasamos en el despegue o en el aterrizaje, y tratamos de pasar el mayor tiempo posible en el recorrido más eficiente que podamos”.

En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética, los autos voladores totalmente ocupados podrían superar a los automóviles en tierra para viajes desde San Francisco a San José, por ejemplo, según encontraron los autores.

Este tipo de autos sería especialmente útil en ciudades congestionadas por el tráfico. También serían buenos para áreas geográficas que están aisladas o tienen otras restricciones de movilidad, por ejemplo, si tuviera que pasar por el agua, como en un viaje de Detroit a Cleveland o de Londres a París. También serían una alternativa mucho más rápida que conducir en tierra.

Los autores concluyen que se necesita más investigación para ver exactamente qué tan viables son los autos voladores en términos de costo y ruido.

Y para que sean sostenibles, Keoleian dijo que esperaría que los vehículos se dejaran para el uso específico de viajes más largos, con múltiples pasajeros.

“No quisiéramos que esto fuera demasiado conveniente donde la gente comenzaría a vivir más lejos del trabajo y fomentaría la expansión urbana, porque eso anula el propósito en términos de consumo de energía”, dijo Keoleian. “Vivimos en un mundo con restricciones de carbono y necesitamos invertir en tecnología que reduzca el uso de energía y las emisiones”.

cnn.com