El serbio pisa los cuartos de final en Roland Garros por 10º año seguido.

Una autoridad absoluta. Novak Djokovic demostró que es un candidato con todos los méritos a una nueva copa de Grand Slam en París. El No. 1 mundial avanzó este lunes a los cuartos de final de Roland Garros dejando tras de sí una sensación de solvencia total, dominando con facilidad la tierra batida ante los ojos de todos. Sin entregar una sola manga en los cuatro primeros partidos, el de Belgrado llega a las rondas decisivas completamente lanzado.

El primer cabeza de serie desmontó por 6-3, 6-2, 6-2 al alemán Jan-Lennard Struff en una jornada de condiciones pesadas, controlando la pelota hinchada ante un rival que sufrió para mantener el ritmo táctico del campeón de 2016. Con una velocidad de piernas impresionante y una aparente calma para resolver el encuentro, Novak se situó entre los ocho más fuertes del torneo sin mayores problemas.

Y es que el serbio se ha plantado en los cuartos de final sin entregar un solo set. “No me importa volar», bromeó. «Tengo mucha experiencia lidiando con situaciones de tensión. He jugado muchos partidos ajustados en mi carrera y puedo emplear esa experiencia. Es bueno ser puesto a prueba pero, al mismo tiempo, también es positivo conservar energía para lo que viene”, reconoció Djokovic.

Después de emplear cinco mangas para superar a Borna Coric la ilusión era plena para Struff. A sus 29 años, poco después de ser padre y en su mejor participación de Grand Slam, la licencia para soltar la mano era total para el jugador alemán. Sin embargo, al otro lado de la red se encontró a un jugador con los planes bien distintos. Desde luego, sin intención de convertir en un duelo abierto la tarea de este lunes.También Podría Interesarle: Thiem Afina En París Rumbo A Cuartos

Los reflejos de Djokovic fueron totales ante un jugador complicado de parar. Con un primer servicio que voló sobre los 200km/h y una derecha que causó el silencio en París durante toda la primera semana, Struff llegó al partido con un aval bien sólido en su bolsa. Pero Djokovic, que logró arrebatar hasta cinco turnos de servicio al alemán en una demostración de autoridad, se encargó de demostrar que sigue un escalón por encima de gran parte del circuito.

Reciente campeón del Mutua Madrid Open y finalista en el Internazionali BNL d’Italia, Djokovic mantiene su fortaleza sobre el polvo de ladrillo. Con 13 victorias en los últimos 14 partidos sobre la superficie, Novak aspira al dominio de la superficie más lenta del circuito.

“Estoy satisfecho con mi juego», remarcó Djokovic. «He alcanzado los cuartos de final y jugado lo mejor que puedo sobre tierra batida. Estoy contento con esa parte de mi juego. Todo está saliendo a la perfección. Me motiva poder pelear por el título, para eso estoy aquí, pero todavía queda un largo camino”, cerró.

La misión de Djokovic sigue bien viva en París: campeón de los últimos tres títulos del Grand Slam (Wimbledon, US Open, Abierto de Australia), Novak ya acumula 25 victorias consecutivas en los majors y se acerca a un hito de dimensiones colosales. La oportunidad de completar el ‘Nole Slam’ por segunda ocasión en su carrera.

La victoria, además, permite a Djokovic ocupar un lugar privilegiado en la historia de Roland Garros. El jugador serbio se convierte en el primer jugador capaz de alcanzar los cuartos de final en 10 ediciones consecutivas (2010-19) del Grand Slam parisino. Su hito rompe la igualdad histórica que hasta ahora mantenía con el suizo Roger Federer, presente entre los ocho más fuertes de París desde 2005 a 2013.

París busca candidatos a la copa. Desde la cima del circuito, con la autoridad como No. 1, Djokovic comienza a reclamar su sitio en la arcilla.

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