Paseo triunfal. De líder. De campeón. Excelente. De 10, como sus victorias consecutivas en Alemania. Uno más para un Marc Márquez que completó su gran golpe, uno que bien vale un trocito más de campeonato. Queda mucho curso, es cierto, pero sí Marc sigue exhibiendo el dominio y superioridad mostrados este domingo en el GP de Alemania, será muy difícil que se le escape su sexto Mundial de MotoGP. Para lograr el título, la regularidad es clave: no fallar en los trazados en los que no se es tan competitivo, y como hizo en Sachsenring, aplastar sin dudarlo en aquellos circuitos en los que se es favorito. Esto es lo que hizo el 5 veces campeón del mundo de MotoGP y 7 en el global de categorías, sumando este fin de semana su victoria número 49 en MotoGP y la número 75 en todas las clases, números de extraterrestre a sus 26 años en un curso en el que ya ha alcanzado las 5 victorias en 9 carreras, que junto a otras tres segundas plazas le dejan como claro líder con 58 puntos de ventaja sobre Dovizioso.

Solo ha cometido un error en todo el año cayéndose donde siempre había ganado, en Austin, y precisamente ese recuerdo fue el que le hizo más fuerte en Alemania. No quería tropezar con la misma piedra y para ello, durante todo el fin de semana trabajó como un peón para seguir demostrando que es el auténtico rey de Sachsenring. Y lo hizo trazando un plan perfecto, desde los entrenamientos, donde estudió minuciosamente los neumáticos y en los que confirmó un fuerte ritmo que este domingo dejó en la estacada a Rins ViñalesMaverick finalizó segundo y Rins sufrió una caída a falta de 12 giros cuando ocupaba la segunda plaza, lo que impidió que se completara lo que era un claro triplete español, cediendo el tercer cajón del podio a Crutchlow.

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