El estado de salud de Michael Schumacher es un secreto celosamente guardado por su familia. Sin embargo, de vez en cuando su entorno filtra algún detalle que deja ver cómo se encuentra el heptacampeón mundial. Ahora, cinco años después del accidente que le dejó en coma, quien fue su jefe ha dado información acerca de su estado.
Schumacher mejora. Está haciendo «buenos progresos», tal y como ha contado Jean Todt, quien en su día fue director del equipo técnico de la escudería Ferrari, en la que triunfó el piloto alemán. Todt ha dado detalles del estado de Schumacher durante una entrevista con Radio Montecarlo, tal y como recoge el diario británico The Daily Mail.
«Siempre soy cuidadoso con este tipo de declaraciones, pero es cierto. Veo las carreras con Michael Schumacher en su casa de Suiza», ha revelado sobre sus visitas al domicilio familiar de Gland, una localidad junto al lago Leman situada entre Lausana y Ginebra. «Michael está en las mejores manos y muy cuidado en su hogar. No se rinde, sigue luchando», ha explicado.
«Su familia está luchando muchísimo y obviamente nuestra amistad no puede ser lo que una vez fue, simplemente porque no hay la misma comunicación que antes. Pero él sigue luchando, y su familia también», ha contado.
La mañana del 29 de diciembre de 2013 Michael Schumacher sufrió un grave accidente mientras esquiaba en la estación alpina de Méribel (Francia). Se golpeó el lado derecho de la cabeza contra una roca, su casco se rompió y entonces se temió por su vida. De hecho, el piloto estuvo casi seis meses en coma, y salió de él en junio de 2014, mientras estaba ingresado en un hospital de Grenoble.
Todt fue director técnico del equipo Peugeot cuando la casa francesa ganó cuatro veces el rally París-Dakar y también director de Ferrari. En 2009 se convirtió en presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA)y ahora enviado especial de la ONU para reducir a la mitad las muertes en carretera entre 2012 y 2022. Esta no es la primera vez que habla de la salud de su amigo Schumacher. En mayo de 2016, Todt declaró que Schumi estaba «librando la batalla más importante de su vida».
Las informaciones de Todt casan con las que, el pasado noviembre, lanzaba en la revista Bunte el arzobispo alemán Georg Gänswein, confidente del Papa emérito Benedicto XVI, que había visitado al campeón en verano de 2016. «Siente que a su alrededor hay gente que lo ama, que se preocupa por él y, gracias a Dios, mantiene alejado al público demasiado curioso. Una persona enferma necesita discreción y comprensión», contaba en la revista alemana. «Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher; solo se ha vuelto un poco más rellena».
Este pasado enero Michael Schumacher cumplió 50 años, en pleno hermetismo sobre su estado de salud. Entonces su familia lanzó un comunicado en el que pedían «comprensión» por la escasa información ofrecida. «Podéis estar seguros de que está en buenas manos y que hacemos todo lo posible por ayudarle. Por favor, entended que seguimos los deseos de Michael cuando un tema sensible como la salud queda reservado a la esfera privada», rezaba la nota. Corinna Schumacher, su esposa, es ahora quien controla el imperio y la comunicación del expiloto.
elpais.com