El Consejo de Ministros de Medio Ambiente Europeo aprobó esta semana el borrador de la directiva para reducir el uso de las bolsas de plástico por habitante en la Unión Europea, que plantea pasar de las 176 bolsas por persona/año a noventa en 2019 y cuarenta en 2026.
La nueva legislación se centra en las bolsas de plástico finas que apenas se reutilizan y que tienen un alto impacto medioambiental cuando se convierten en desecho.
La propuesta incluye también una segunda opción: introducir un coste sobre las mismas, en cuyo caso se prohibiría la distribución gratuita pero no sería obligatorio establecer este precio en forma de tasa.
Se trata de una vía para eliminar el beneficio comercial de los distribuidores por el precio de las bolsas y que permitiría que el dinero recaudado se invirtiese en proyectos medioambientales.
Aquellos Estados que elijan la primera opción a partir de 2020 no podrán utilizar más de 90 bolsas por personas al año hasta alcanzar las 40 en 2026.
En el caso de que se opte por ponerles un precio, no podrán ser gratuitas a partir de 2019.
Según la nueva directiva estas medidas no se aplicarán a aquellas bolsas extremadamente ligeras (de menos de 15 micras).