Ginebra, 24 de marzo de 2020.- Los gobiernos deben considerar la gestión de residuos un servicio público urgente y esencial en el marco de la pandemia del COVID-19 con el fin de minimizar posibles impactos secundarios sobre la salud y el medio ambiente. Las medidas de gestión deben considerar todos los tipos de residuos, incluidos los médicos, domésticos y peligrosos.
Durante un brote como el actual, se generan diversos desechos médicos y peligrosos, incluidos mascarillas, guantes y otros equipos de protección infectados, así como un mayor volumen de artículos no infectados de la misma naturaleza. El manejo inadecuado de estos desechos podría desencadenar un efecto de rebote y otras consecuencias en la salud humana y el medio ambiente, por lo que su gestión y disposición final de forma segura es vital como parte de una respuesta de emergencia efectiva.
La gestión eficaz de los desechos biomédicos y hospitalarios requiere de un proceso apropiado de identificación, recolección, separación, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación de los residuos, así como de aspectos asociados importantes que incluyen la desinfección, y la protección y capacitación del personal. Las Directrices técnicas sobre el manejo ambientalmente racional de los desechos biomédicos y sanitarios del Convenio de Basilea de la ONU incluyen información y aspectos prácticos útiles para las autoridades con el objetivo de de minimizar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
En el sitio web del Centro Regional del Convenio de Basilea para Asia y el Pacífico pueden encontrarse más recursos sobre el manejo seguro y la eliminación final de los desechos médicos, incluida una serie de documentos de orientación y mejores prácticas.
La gestión segura de los residuos domésticos también será crucial durante la emergencia del COVID-19. Los desechos médicos como mascarillas, guantes, medicamentos usados o vencidos y otros artículos contaminados pueden mezclarse fácilmente con la basura doméstica, pero deben tratarse como desechos peligrosos y eliminarse por separado. Estos deben almacenarse aparte de otros flujos de residuos domésticos y ser recolectados por operadores municipales u operadores de gestión de residuos especializados. Las pautas sobre las especificidades del reciclaje o la eliminación de dichos desechos se detallan en la hoja de datos del Convenio de Basilea sobre los residuos médicos y hospitalarios.
Las partes en el Convenio de Basilea están trabajando actualmente en un documento de orientación para el manejo racional de los residuos domésticos y, aunque todavía no lo han finalizado, puede consultarse un borrador inicial para obtener orientación provisional.
“Todos los sectores de la sociedad se unen para vencer colectivamente el virus y minimizar el impacto humano y económico del COVID-19 en todo el mundo. Al abordar este desafío enorme y sin precedentes, insto a los responsables de la toma de decisiones en todos los niveles, internacional, nacional, municipal, urbano y distrital, a que hagan todo lo posible para que la gestión de residuos, incluidas las fuentes médicas y domésticas, sea una prioridad y se garantice el mínimo impacto de estos flujos de residuos potencialmente peligrosos sobre la salud humana y el medio ambiente», dijo el Secretario Ejecutivo de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo, Rolph Payet.
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