Madrid, 8 may (EFE).- La sociedad necesita un nuevo tratado que “comprometa a todos los Estados en la conservación de los recursos marinos de alta mar extremadamente vitales para el bienestar humano y planetario”, ha advertido el representante especial de Chile en el Panel de Alto Nivel para una economía sostenible del océano, Waldemar Coutts.
“La creencia de que la salud humana y la política medioambiental pueden abordarse por separado constituye una peligrosa ilusión que la actual pandemia mundial está disipando de forma trágica“, ha asegurado Coutts en una tribuna publicada en EFEverde.
Coutts, embajador de Chile en Noruega, ha insistido en que la naturaleza “nos manda una advertencia sobre las funestas consecuencias que puede tener una presión excesiva sobre el medio natural“.
“Ha llegado la hora de que los responsables políticos se den cuenta de que nuestra salud depende del océano, el clima y los miles de millones de organismos vivos con los que compartimos este maravilloso planeta”, ha apuntado.
El mundo de la ciencia, “se ha pronunciado de forma particularmente clara sobre el daño que están infligiendo al océano múltiples factores antropogénicos, desde la sobrepesca y la pesca ilegal, pasando por la contaminación por plásticos y sustancias químicas, hasta llegar al cambio climático, la acidificación y desoxigenación de las aguas”.
En los últimos cien años, ha recordado, “se ha extraído del mar el 90 % de los peces de gran tamaño y, a día de hoy, una tercera parte de las poblaciones de peces están aún sobreexplotadas”.
A su juicio, “algo que socava todos nuestros esfuerzos por abordar estas amenazas es el hecho de que, aunque el océano sea un único sistema mundial interconectado, estamos adoptando un enfoque fragmentado a la hora de gestionarlo y existen evidentes lagunas de gobernanza en lo referente a la protección de la biodiversidad marina en la alta mar, nuestro último gran bien común, que cubre casi la mitad del planeta”.
Por ello, “urge ampliar el marco jurídico establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) para que refleje nuestra actual capacidad de alcanzar mayores distancias y profundidades, con el objetivo de explotar los recursos naturales del océano“.
“Los efectos de la pesca industrial y el calentamiento global se perciben en todo el océano, pero solo el 1,5 % de la alta mar goza de protección“, ha lamentado.
El proceso para conseguir un nuevo tratado para la conservación de los recursos marinos de alta mar “afortunadamente está en curso” y “estábamos a punto de entrar en la recta final” cuando, debido a la crisis sanitaria mundial, “la cuarta y última sesión de negociación quedó aplazada”.
“Los últimos meses demuestran cuan cambiante puede ser la brújula política mundial“, ha indicado Coutts, quien asegura que “ahora se nos presenta una oportunidad sin precedentes de introducir transformaciones profundas para el que será el mundo pos-Covid-19″.
Por tanto, “debemos encarar el futuro con la naturaleza de nuestro lado. No dar prioridad a la biodiversidad y a la lucha contra el cambio climático en nuestra respuesta colectiva a la Covid-19 tendría graves repercusiones para nuestra propia supervivencia, siendo los países en desarrollo, los pequeños estados insulares y las mujeres y los niños los que se verían afectados en primer lugar y de forma más dramática”, ha concluido. EFE