Rafael González .- EFEverde.- Reciclar constituye uno de los gestos “más sencillos” que el ciudadano puede realizar para cuidar el medioambiente y combatir la crisis climática, un hábito que el 92,5 % de los españoles considera que “ayuda directamente a preservar nuestro entorno” y se ha convertido en la práctica ecológica “más extendida de nuestro país”.
Así lo ha asegurado a Efe la directora de comunicación de Ecoembes, Nieves Rey, quien, a pocas jornadas de conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente el próximo 5 de junio, ha insistido en que “al separar nuestros envases para que sean reciclados contribuimos a alcanzar enormes beneficios ambientales como, por ejemplo, el ahorro de materias primas”, además de “evitar que acaben convertidos en ‘basuraleza’”, el término acuñado para designar los desperdicios abandonados en el entorno natural.
El número de ciudadanos “que confían en el reciclaje para aportar su granito de arena contra el cambio climático” se incrementa día a día, ha argumentado Rey, quien sostiene que se trata de una tendencia que “no ha dejado de crecer en los últimos años” hasta el punto de “consolidarse justo en la situación excepcional que ahora vivimos”.
Respecto a la crisis generada por el coronavirus “si algo hemos aprendido de ella es que el ser humano es vulnerable a los factores extremos” y por ello “necesitamos un medioambiente fuerte para enfrentarlos” y no “seguir dejando de lado a la Naturaleza” en el plano económico ni en el social.
No se trata sólo del reciclaje de envases: el de vidrio también posee “numerosos beneficios ambientales que muchas veces pasan inadvertidos para la población”, entre los que figuran la lucha contra el cambio climático pues “con el reciclaje de vidrio reducimos emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera”, además de contribuir a la economía circular y la reducción en la explotación excesiva de recursos, según fuentes consultadas por Efe en Ecovidrio.
Planeta finito
“Vivimos en un planeta finito con recursos finitos”, recuerdan, antes de pedir a “la sociedad entera” que sea consciente de que es preciso trabajar en consonancia con los recursos de los que ya dispone.
El vidrio, añaden las mismas fuentes, se caracteriza por “ser un material cien por cien reciclable, pues de una botella que se tira al contenedor verde sale otra exactamente igual y, de esta manera, evitamos que crezcan los vertederos y contribuimos a la tan necesaria economía circular”, cuya misión principal es usar los recursos naturales de forma más sostenible.
Muchos otros productos son reciclados actualmente y contribuyen también a la economía circular, como los neumáticos usados o los medicamentos caducados.
Minimizar el impacto ambiental
En el caso del Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados (Signus Ecovalor), su portavoz defiende “promocionar planes de prevención de residuos que minimicen el impacto ambiental”, así como fomentar el uso de materiales reciclados para la fabricación de nuevos productos que incidan de forma directa en la reducción de emisiones y en el ahorro en el uso de materias primas.Así, se consigue “una mayor eficiencia energética y un importante ahorro en el consumo de agua, entre muchos otros aspectos”, con los cuales ayudar en la preservación del medioambiente en un entorno más sostenible.
Y en cuanto a SIGRE, la entidad responsable del reciclaje y tratamiento medioambiental de envases y residuos de medicamentos, su director general Juan Carlos Mampaso ha recordado a Efe que “uno de nuestros objetivos es evitar que los restos de medicamentos se tiren a la basura o por el desagüe, con el posible riesgo de contaminación de ríos, acuíferos y del medioambiente en general”.
Medio ambiente y salud
En un momento de crisis como el actual “cobra mayor relevancia la economía circular” para combatir la crisis climática pero también para abordar la reconstrucción económica.
“La experiencia vivida con la pandemia pone de manifiesto que la relación entre el medioambiente y la salud está y estará presente ya a lo largo de nuestras vidas”, ha sentenciado Mampaso. EFEverde